historia de la ingeniería industrial

 historia de la ingeniería industrial






Hablar de la historia de la Ingeniería es hacer una introspección al intelecto humano, un viaje ancestral hasta el germen y desarrollo de todas las civilizaciones que han poblado nuestro planeta. El pasado de la Ingeniería abarca desde la rudimentaria tensión del arco o la fascinante aerodinámica de la flecha, hasta el vanguardista Gran Colisionador de Hadrones de Ginebra. Aglutinar el desarrollo de la Ingeniería es tan complejo como reducir la historia de la humanidad a unas pocas páginas. Ingeniería deriva de ingenio, y es precisamente este el que ha llevado al Homo Sapiens a superar continuamente las fronteras imaginadas del desarrollo técnico.


INICIOS

Ya en el año 400 a.C., Hipócrates recomendaba a los mineros el uso de baños higiénicos, con el fin de evitar la saturación externa del cuerpo con plomo. También, Platón y Aristóteles, estudiaron ciertas deformaciones físicas, producidas por determinadas actividades ocupacionales, planteando la necesidad de su prevención.

Para conceptualizar a la ingeniería industrial, en el contexto de la historia, se debe establecer, en primer lugar, la relación entre ciencia e ingeniería. La ciencia, es la constante búsqueda del conocimiento y, ese conocimiento (teórico relacionado con lo práctico), debe ser exacto y razonado; es la aplicación metódica del binomio "conocimiento - ingenio", de modo científico, con fines utilitarios. Es por eso que, la base de la ingeniería es la ciencia y de ella se inspira el humano, para realizar la investigación científica. La historia de la ciencia y la ingeniería, se entrelazan y, esa interrelación, se remonta hasta los orígenes conocidos del hombre. El origen de la ingeniería, de manera práctica, se dio en el florecimiento de las construcciones, de canales de riego y otras edificaciones de las antiguas civilizaciones.

Los egipcios, fenicios, griegos e hindúes, fueron los que fijaron el conocimiento de la geometría, desde mucho antes del año 300 a. C., siendo Euricles y Thales de Mileto, los primeros geómetras griegos. Los avances en el dominio práctico de la geometría, se hacen patentes en construcciones como las pirámides de Egipto o en las obras de los romanos, como son los grandes acueductos, caminos y construcciones, configurando en la práctica, a la ingeniería civil, como la primera rama especializada de la ingeniería. Así, se van formando las "reservas de los saberes de la civilización", con los aportes, progresivos y acumulativos, de las diferentes sociedades e individuos al conocimiento universal.
 

LOS INGENIEROS ANÓNIMOS

No es hasta el Renacimiento cuando se comienzan a asentar los pilares de la Ingeniería moderna con el desarrollo de teorías, máquinas y técnicas. Sin embargo, ya en las culturas más antiguas se conocían y desarrollaban técnicas utilizando el plano inclinado, la cuña, la polea, la palanca, el tornillo y la rueda, aprovechando como fuentes de energía el trabajo humano, animal, o las fuerzas naturales del viento, agua y fuego. Así se empiezan a desarrollar la agricultura y la ganadería, la minería y la metalurgia, el transporte, la construcción, la industria textil, militar, etcétera.

La Ingeniería era un compendio de intuición, tradición y experiencia que era acumulada durante generaciones y transmitida de maestro a aprendiz, como haría cualquier artesano. Generalmente estos sabios artesanos, con el paso de los años, quedaban en el anonimato, perdurando tan solo sus artilugios, construcciones e inventos.

Ya en la Edad Antigua, se crean ingenios hidráulicos para regulación, medición del tiempo, etcétera, tales como la clepsidra y el aelópilo, cuyos principios teóricos tendrán gran relevancia en la Revolución Industrial, son los inicios de la automática y el control.

Durante la Edad Media, sobre todo en la Alta Edad Media, se vivió un claro retroceso en la técnica, habiendo escasa producción tecnológica y cultural, en gran parte por una clara orientación de la cultura occidental a la Teología y Filosofía. Sin embargo, la cultura árabe recogió el testigo de las civilizaciones antiguas, tanto europeas como asiáticas, asimilando y expandiendo conocimientos y tecnologías nunca vistas hasta el momento en Occidente. Sin embargo, la pasión por técnicas como la relojería mantuvo el espíritu ingenieril, construyéndose relojes cada vez más precisos y curiosos con autómatas que consistían en personajes que realizaban movimientos al son de las campanadas. Este es el caso, por ejemplo, del famoso Papamoscas de la Catedral de Burgos.


EL RENACER DE LA INGENIERÍA

El siglo XV lleva consigo una ampliación de horizontes que provoca un cambio de paradigma, la caída del dogmatismo escolástico y el giro al antropocentrismo, se trata del Renacimiento.
La llegada de los europeos a América, la apertura de rutas comerciales con Oriente, la observación del Sistema Solar con el telescopio, el conocimiento anatómico, el redescubrimiento de los clásicos grecolatinos, la rápida propagación de los avances gracias a la imprenta y los cada vez más veloces medios de transporte, hacen que se cuestionen los rígidos axiomas de la estancada época medieval.

En el Renacimiento se inicia la separación lógica entre el arquitecto e ingeniero, dedicándose el primero a la construcción de edificios, y el segundo mayoritariamente a la maquinaria. El papel relevante de los ingenieros tiene lugar en el plano militar, ya que la Ingeniería no se imparte aún en las universidades, las cuales tienen escasa docencia científica, debido a que siguen estancadas en el escolasticismo. Las funciones de los ingenieros militares, también llamados ‘Ingenieros del Rey’, eran básicamente la construcción de fortificaciones y la dirección de su ataque o defensa. Además, durante los siglos que van desde el XVI al XVIII, atendían a la construcción de las obras públicas de fomento, ensanche y fundación de ciudades, esto último, sobre todo, en las colonias españolas en América.

Antes del siglo XVII, es decir, con el advenimiento de la primera revolución industrial, no existían instalaciones industriales como tales y, las principales actividades laborales, se centraban en labores artesanales, agricultura o la ganadería, entre otras. La mayoría de los productos y servicios industriales, se basaban en la explotación física de los recursos naturales. Los trabajadores, echaban mano de la experiencia adquirida durante generaciones, con base en la aplicación de esfuerzos de tipo más bien personal, con carácter defensivo y no preventivo. Así nació la actividad industrial, reflejada en un inicio, como un simple esfuerzo individual o, en el mejor de los casos, de tipo gremial, más que en un sistema organizado. Con el uso, cada vez más extendido, de maquinaria y equipo, se comenzó a ver la necesidad de establecer ciertos principios de normatividad en las diversas ramas industriales, aplicables en los centros laborales.


EL CUERPO DE INGENIEROS

Desde la invención de las máquinas de vapor en 1633 y su posterior patente , que impulsaron el desarrollo Industrializado en Inglaterra desde el siglo XVIII y, posteriormente, su adopción y nuevas contribuciones dadas en Estados Unidos, se dio el origen de las Ingenierías Industriales y mecánicas, promovidas por los diversos aportes que se realizaron a lo largo de esta época, (Baker, 1957). Siendo el objetivo principal, el aumento de la productividad, concebida como la obtención de un mayor número de bienes y/o servicios con menores recursos empleados (Morales & Masis, 2014).

El rey Felipe II consideró que la Ingeniería era un bien estratégico para la buena marcha del Imperio, el cual, al tener una rápida expansión, necesitaba realizar grandes obras hidráulicas, fortificaciones, explotaciones mineras, fábricas de armas, etc., por lo que se crearon escuelas de formación dependientes de la Corona para este fin. Una vez fallecido Felipe II, gran parte de sus avances relativos a la Ingeniería se echarían a perder por la mala gestión de sus descendientes de la casa de Austria.


Rey Felipe II

Con la llegada al poder de los Borbones, se crea oficialmente el Cuerpo de Ingenieros y Plazas en 1711 por Real Decreto del rey Felipe V. Unos años después, en 1718, se publica la primera Ordenanza del Cuerpo de Ingenieros Militares, en la que se amplían las atribuciones de los ingenieros al campo no solo militar sino también civil, dada la inexistencia de éstos todavía.

Es una época de transición conceptual, dejando de ser la Ingeniería una artesanía para convertirse en una aplicación técnica de la ciencia, heredando de la misma los métodos de trabajo y estudio. Se abren academias en Barcelona, San Fernando (Cádiz) o Segovia. Aunque todavía las universidades se resisten a actualizarse y a mejorar sus enseñanzas en ciencias.

Durante el reinado de Carlos III se vive una época de esplendor en la que se fomenta la investigación y la ciencia, tomándose iniciativas como la contratación de profesores extranjeros y la concesión de becas para estudiar fuera del país. Además, se promueve la creación de ‘Sociedades Económicas de Amigos del País’, que difundieron su afición a la ciencia y su aplicación a la industria, poniéndose en marcha sociedades locales por todo el país.

Sobre los pioneros de la ingeniería industrial podemos considerar a uno de los más importantes, a Richard Arkwight, que entre 1732 y 1792 inventó la versión mecánica del torno de hilar y fue el primero que estableció el sistema de control administrativo, con la finalidad de regular la producción y el trabajo de los empleados de las fábricas. Sin embargo en la historia de la ingeniería industrial, el cambio más significativo en cuanto a la materia industrial fue la creación de la máquina de vapor, que comenzó desde 1774 con la mano de James Watt y su socio Matthew Boulton, personajes que también contribuyeron a normalizar la administración de las fábricas.

Otro gran avance fue en 1760, cuando Jean Perronet, un arquitecto francés, realizó un estudio sobre los tiempos para la fabricación de elementos para la construcción, siendo este un aporte significativo el desarrollo conceptual de lo que posteriormente se conoció como ingeniería industrial. Asimismo, en 1793, Eli Whitney desarrolló e implementó lo que se conoce como línea de montaje. FREDERICK W. TAYLOR.

Uno de los primeros aportantes, tanto en la invención de máquinas que aumentaban el proceso productivo y su articulación en las fábricas, fue Sir Richard Arkwrigth, quien inventó y patentó, en 1769, el marco giratorio para mejorar la fabricación de algodón y la implementó en las fábricas, acompañada de un control administrativo que permitía normalizar la producción y las operaciones de los trabajadores, convirtiendo a la industria algodonera en la más grande de la nación (Hiil, 1969).


Richard Arkwrigth marco giratorio


LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

El enfoque no se limitó a la invención de nuevas máquinas, sino que abarcó el diseño de nuevos métodos de trabajo, sistemas de costos y metodologías que permitían aumentar la productividad de cada trabajador y de la fábrica en general (Ferrell, 2008). Dentro de estas metodologías, las más importantes, además de la administración científica y la Ingeniería de la eficiencia, fueron los diseños de los estudios de métodos y movimientos, los cuales se convirtieron en herramientas de gran relevancia en el campo de la Ingeniería Industrial, y que se aplican en la actualidad (Niebel & Freivalds, 2009). Entre los autores principales de estos aportes, se encuentra Frederick Taylor, quien es considerado como el padre de la Ingeniería Industrial. Pese a que muchos pensamos que su origen se basa en la Revolución Industrial, el verdadero comienzo de esta rama de la ingeniería fue a inicios de la revolución agrícola, momento en el que se perfeccionaron las técnicas del abonado de las tierras y la reorganización de la explotación, debido a la necesidad de mejorar la productividad en las actividades económicas. No obstante, la producción continuaba siendo limitada debido a que era realizada manualmente, lo que dio pie a la revolución industrial, periodo comprendido entre la segunda mitad del siglo XVIII y comienzos del XIX.INICIOS DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL.

En Reino Unido comienza a mediados del siglo XVIII la Revolución Industrial. Durante este periodo se da el mayor conjunto de transformaciones económicas, tecnológicas y sociales desde la Prehistoria. Este gran cambio en la producción, sustituyendo el trabajo manual por maquinaria en la fabricación y el transporte, provocó un gran salto en la sociedad. En España la revolución fue más atenuada y tardía debido al absolutismo de Fernando VII, que sumió al país en una gran ruina material, social, económica y técnica.

En 1760, el arquitecto francés Jean Perronet contribuye al desarrollo conceptual de lo que hoy se conoce como Ingeniería Industrial, mediante el estudio de tiempos para la fabricación de elementos para la construcción, siendo este estudio pionero en la determinación de ciclos de trabajo.

Paralelo al avance de las factorías, se realizaron grandes aportes a la Ingeniería Industrial en cuanto al estudio del trabajo, siendo uno de los precursores el ingeniero francés Jean Rodolphe Perronet, quien, en 1760, inició la realización de estudios de tiempos en la fabricación de broches. Trabajo complementado, posteriormente, por el inglés Charles Babbage en 1820 (Niebel & Freivalds, 2009), quien, además de la máquina de diferencial, creó los sistemas analíticos cuya finalidad era la mejora de las operaciones. Su principio se enfocaba en la división del trabajo y/o los procesos productivos, para identificar las partes simples y complejas, y adjudicar estas últimas a trabajadores más capaces, con la finalidad de ahorrar capital en mano de obra (Sartelli, 1999).

Otra industria fortalecida por el desarrollo de nuevas ideas y procesos Industriales, fue la de cerámica, la cual, bajo el ingenio de Josiah Wedgwood, en 1772, logró el desarrollo de la producción masiva de cerámicas (Wedgwood Potteries) y la mejora de los canales de transporte de la mercancía de manera más simple y económica. Además, se le atribuye ser uno de los pioneros en el desarrollo y aplicación de un sistema de contabilidad de costos (Drake, 2005).



Retomando el auge de la industria algodonera, el siguiente aporte lo representa el empresario Robert Owen, quien fue denominado como el “socialista utópico”, y que, siendo el director de la fábrica más exitosa e innovadora de Gran Bretaña, generó mejores condiciones para sus trabajadores en el molino de New Lanark, luego de su adquisición en 1789, mediante la motivación y transformación de los obreros en trabajadores con mayor productividad, mayor índice de felicidad y satisfacción, apoyados de una educación proporcionada. Adicionalmente, se le atribuye ser el primer socialista proponente del día laboral de ocho horas (Santos Redondo, 2002). 

A pesar de estos avances innovadores que generaron cambios en la sociedad misma, las factorías, creadas por la conveniencia del empresario de centrar en un mismo lugar los telares y que los trabajadores se desplazaran hasta allá a realizar sus labores, aún dependían de la fuerza del agua, del hombre e incluso de los animales, para poder accionar y mover estas nuevas máquinas, quedando un tanto limitadas a pesar de las diversas mejoras que se les realizaban y que, en cierta medida, retrasaron la invención del motor a vapor (Baracca, 2002).

Por esta razón, paralelamente en la época, James Watt recibe la petición de mejorar la máquina de vapor inventada por el herrero Thomas Newcomen, en 1712, hecho que, posteriormente, Watt pudo lograr y patentar en 1769, surgiendo así la primera máquina de vapor y mejorada por él mismo en 1782. Esta máquina fue un gran impulso a la era de la Industrialización y el desarrollo de la era capitalista, en donde Watt, en sociedad con Matthew Boulton, crearon una fábrica de máquinas de vapor, con las cuales se impulsó la productividad en las fábricas.

james watt maquina de vapor

En 1793, el inventor estadounidense Eli Whitney desarrolló e implementó por primera vez lo que se conoce como línea de montaje, siendo esta posible mediante la invención de partes intercambiables de producción.

Al momento de darse este nuevo auge que caracterizó a la revolución Industrial, se inició la invención de las máquinas de vapor de otros autores; entre ellos, uno de gran relevancia fue Richard Trevithick, quien, en 1798, creó una máquina de vapor que, a diferencia de la de James Watt, era de alta presión y más pequeña, logrando albergarse casi que en cualquier lugar de la factoría, evitando así tener que construir o disponer de grandes espacios para ubicar las máquinas, (Haynes, 1998). Sin embargo, a finales de 1800, la tercera parte de las máquinas utilizadas en las industrias fueron fabricadas por Watt (Baracca, 2002).

El siglo XIX fue un siglo prolífico, no solo de avances tecnológicos, sino del desarrollo de conceptos que sentaron las bases de la Ingeniería actual.

Fue Federico Winslow Taylor (1856 - 1915) quien estudio al factor humano como a la mecánica y a los materiales dentro de un sistema de producción. Se le considera el padre moderno del estudio de los tiempos en Estados Unidos. Hace de la administración una ciencia. Empezó como un operario, escalando posiciones hasta llegar a la gerencia. Empezó su trabajo de tiempos en 1881 y en 1883 desarrolló un sistema basado en el concepto de "tarea".

Federico Winslow Taylor
Federico Winslow Taylor


Durante el régimen Isabelino (1833-1868), se produce una época de prosperidad y expansión económica con una incipiente industrialización. En 1829 se lleva a cabo la planificación de la primera vía férrea de España, que uniría Jerez con el Puerto de Santa María, pero finalmente se construye primero la línea Barcelona-Mataró en 1848 y, más tarde, en 1852, se empieza a construir la vía gaditana. Los dos sectores industriales pioneros en España fueron la industria textil y la siderurgia, instalándose los primeros altos hornos en Marbella en 1832 y poco después en El Pedroso y Huelva. Sin embargo, dada la escasa rentabilidad de estas industrias, acaban trasladando la actividad al País Vasco.

Hacia 1833, se realizaron las primeras inspecciones gubernamentales y, en el año 1850, se lograron mejoras laborales, como resultado de las recomendaciones formuladas por los inspectores. La legislación acortó la jornada de trabajo, estableció un mínimo de edad para los niños y trabajadores e hizo algunas mejoras en las condiciones de seguridad de los trabajadores.


LAS PRIMERAS ESCUELAS

En 1824 se crea en Madrid el Real Conservatorio de Artes, que absorbe al Real Gabinete de Máquinas, convirtiéndose en una Escuela de Artes y Oficios con la misión de fomentar la industria nacional. En 1850, este estamento se convertía en el Real Instituto Industrial, creándose, al mismo tiempo, el título de Ingeniero Industrial.

En 1850, auspiciadas por Real Decreto de 4 de septiembre, se crean las escuelas de Ingeniería Industrial en Barcelona, Sevilla, Vergara, Valencia y Gijón. No faltaron las protestas en aquella época por no haber incluido a Málaga y Bilbao entre las ciudades beneficiarias de una escuela de Ingeniería Industrial.

En 1857 se aprueba la ley Moyano, la primera ley educativa en la que se dividen las enseñanzas en cinco niveles, incluyéndose a la Ingeniería entre las enseñanzas superiores. Hasta entonces, el Real Instituto de Industria era el único que expedía el título de Ingeniero Industrial, hecho que tras la reforma pudieron hacer las propias escuelas. Desgraciadamente, todas las escuelas superiores formadas durante la ley Moyano (excepto la de Barcelona que continúa ininterrumpidamente desde entonces) se clausuran en 1867, año en que fue suprimido el Real Instituto Industrial.

Solo años más tarde en 1881, surge uno de los aportes más importantes en la historia de la Ingeniería Industrial, siendo el estadounidense Frederick Winslow Taylor, considerado como el padre de la Ingeniería Industrial, a quien se le adjudica un nuevo sistema de trabajo que se basa en la “tarea”. Esta tarea es dividida en “elementos”, a los cuales se les realiza un estudio de tiempos de manera individual, con miras a determinar el tiempo total de cada tarea para poder estandarizarla (Niebel & Freivalds, 2009).

En 1897, Doña María Cristina, reina regente de España, aprueba la creación de la Escuela de Ingenieros Industriales de Bilbao. Esta escuela, por la que llevaban luchando décadas la Diputación y el Ayuntamiento de Bilbao, se convertiría en la segunda más antigua de España.

En 1895 aparece en los E.E.U.U. La primera presentación sistemática de los que se llamó dirección científica, con base en una publicación de Frederick Taylor presentada a la Asociación Americana de Ingeniería Industrial. Junto con Taylor, Frank Gilbreth con sus estudios sobre mejora de métodos y análisis de movimiento se constituyen en los pioneros de la Ingeniería Industrial.


LA ANII 

En 1889 se crea la Asociación Nacional de Ingenieros Industriales (ANII), integrada por las agrupaciones de Madrid y Barcelona. Durante estos primeros años la principal preocupación de los ingenieros industriales fue la reapertura de la Escuela en la capital y la creación de un Cuerpo Nacional de Ingenieros Industriales, ya que las otras ramas de la Ingeniería existentes disponían ya de su propio cuerpo. No es hasta 1899, cuando se abre la Escuela de Ingenieros de Bilbao y en 1901, cuando se reabre la Escuela Superior de Madrid. 


EL SIGLO XX

En Nivel Operativo: (1903) Tuvo en cuenta los siguientes principios: Asignar al trabajador la tarea más pesada posible. Nunca producir por debajo de un estándar definido. Busca incentivo en la remuneración. Elimina desperdicios de costos y materiales. Fija una base para mejorar el trabajo. 

En  Federico Winslow Taylor 1903 presenta su artículo " Shop management" (Administración del Taller), en la cual se plantean los fundamentos de la administración científica. La implementación del estudio de tiempos para optimizar procesos. La supervisión funcional o dividida con la cual se lograba un mejor control sobre los operarios y dándole una solución más eficaz a los diferentes problemas presentados. La estandarización de las herramientas e implementos, así como las acciones y movimientos de los obreros. Logrando una producción más uniforme. La necesidad de un departamento de planeación, para esbozar los procedimientos a llevar a cabo y prever posibles problemas y sus soluciones. El uso de leyes de cálculo para hacer mejores planificaciones y procesos ahorrando tiempo. Tarjetas de instrucciones para el trabajador (Concepto de tarea), acompañado de bonificaciones al trabajador cuando este realiza su tarea exitosamente. Un sistema de rutas y trayectoria con el cual se busca hacer una mejor organización física de la empresa disminuyendo los tiempo de transporte de materiales.· un moderno sistema de costos. Su teoría hacía perder la faceta del hombre, le faltaba comprobación científica y mecanizo el hombre. Inventó el metal frío y desarrolló el proceso (Taylor - White) de tratamiento térmico para acero.

En 1904 se solicitaba al gobierno que la ANII fuera considerada ‘Corporación Oficial’ y su Junta Superior como ‘Junta Consultiva de Estado’ para los asuntos relacionados con la profesión. Gracias al Real Decreto de 23 de marzo de 1911, se crea finalmente el Cuerpo Nacional de Ingenieros Industriales.

No fue hasta 1908 que se dictó el primer curso de ingeniería industrial en la Universidad Estatal de Pensilvania en estados unidos.

Universidad Estatal de Pensilvania

Federico Winslow Taylor estudia los nivel de Organización: (1911). Busca resolver la holgazanería sistemática. Los métodos empíricos ineficientes. Sistemas imperfectos por la ociosidad en el trabajo. Desconocimiento por parte de la gerencia de los procedimientos. Falta de información en las técnicas. Adicionalmente, Taylor publicó en 1911 el libro titulado The Principles of the Scientific Management, considerándose también el padre de la administración científica, basada en cuatro principios, con el cual refuerza todos sus aportes: la organización científica del trabajo, la selección científica y la capacitación del trabajador, cooperación entre directivos y operarios, y división del trabajo entre administradores y operarios (Mayol, 2013).

Los aportes de estudios de métodos de Taylor obtuvieron mayor relevancia con el trabajo que realizaron los esposos Frank y Lilian Gilberth en cuanto al estudio de movimientos, en donde se identificaron todos los movimientos corporales básicos para la realización de una tarea. Estos movimientos básicos —que en total fueron 18— se denominaron “los therbligs”, categorizados como eficientes e ineficientes, siendo la finalidad la eliminación de los ineficientes, optimización de eficientes y organización del método (Niebel & Freivalds, 2009). En este punto, la industria reconoce la importancia de los movimientos corporales en el aumento de la producción, llegando a ser la base de trabajo para la realización de los estudios de tiempos, que, actualmente, son empleados por los ingenieros industriales (Ferrell, 2008).

Estos avances y aportes en el campo de aplicación de la Ingeniería Industrial siguieron aumentando, evidenciándose trabajos importantes y publicaciones de métodos que aún se consideran e implementan en las industrias. Entre estos, el trabajo realizado por el estadounidense Harrington Emerson, el cual publicó en 1911 el libro “The Twelve Principles of Efficiency”, con el cual establece los 12 principios de la Eficiencia y los aplica en una compañía, organizando procedimientos nuevos de compras, costos, estandarizaciones y generando ahorros significativos. Este método se reconoce como la Ingeniería de la Eficiencia (Niebel & Freivalds, 2009), cuyos principios son: ideales definidos claramente; sentido común; asesoría competente; disciplina; trato justo; registros confiables, inmediatos y adecuados; distribución de las órdenes de trabajo; estándares y programas; condiciones; operaciones estándar; instrucción de la práctica estándar por escrito; y recompensa a la eficiencia (Ferrell, 2008).

Henri Fayol (1912) Se le considera como el padre de la Teoría Moderna de la Administración Operacional. Era Director General de uno de los más importantes complejos industriales, minero - metalúrgicos franceses y escribió su informe como un análisis de la estructura y proceso de la dirección tal y como se veía desde su nivel. Implantó dos principales categorías de conceptos y actividades denominados "principios de dirección" y "deberes directivos". Deberes directivos: Los más importantes son: Cuidar que la organización humana y material esté de conformidad con el objetivo, recursos y necesidades de la empresa. Establecer una autoridad única, competente, enérgica y que sirva de guía. Armonizar las actividades y cuidar los esfuerzos. Prestar especial atención a la unidad de mando. Implanta que la "organización" es una de las funciones directivas, independiente de la planificación, mando, coordinación y control, aunque esta relacionado con el funcionamiento. No proporciona puntos de vista que sirvan a la formulación de la estructura, pero mantiene que la "forma general de cualquier organización depende del número del personal". Analiza las responsabilidades del Director General y hace resaltar la importancia de que el mismo cuente los servicios de un "Estado Mayor". El "Estado Mayor" es un grupo de hombres dotados de la energía, conocimientos y tiempo que el Director puede carecer. Dicho Estado Mayor no tiene ningún nivel de autoridad y solo recibe ordenes del director general. En las operaciones empresariales lo divide en seis grupos da prioridad: 1. Técnicas (Producción). 2. Comerciales (Compra, Venta e Intercambio). 3.- Financieras. 4.- Seguridad. 5.- Contables. 6.- Administrativas (Planeación, Organización, Comando, Coordinación y Control).

A principios del siglo XX, Henry Ford, en el año 1913, implementa el sistema de producción en línea para la fabricación de automóviles, con lo cual se comenzaron a fabricar autos a bajo coste y en menor tiempo, gracias a lo cual la marca fue accesible para las personas de clase media. Esto a su vez hizo que otras personas se interesaran en los métodos de producción y fue entonces cuando se formó la Sociedad de Ingenieros Industriales en 1917, momento en que los empresarios comenzaron a interesarse más en la optimización de la productividad y comenzaron a invertir para su desarrollo.


Henry Ford  y el sistema de producción en línea para la fabricación de automóviles

Un aportante —que sin duda no se puede dejar sin mencionar— es el padre de la producción en cadena, Henry Ford (Toma, 2005), quien tuvo como ideal la fabricación de automóviles económicos en términos de costos de producción y precio de venta. Ford fue el creador del revolucionario “Modelo T”, en 1908, con el cual se vio casi que obligado a diseñar en 1913 una línea de ensamble que le permitiera a su compañía —la Ford Motor Company— producir un auto en casi 93 minutos, debido a la alta demanda que se generó (Zambrano & Alvarado, 2011).
 
A la luz de esto, el aporte de Henry Laurence Gantt, en 1917, da un nuevo giro a la administración científica, visionándola más allá de un proceso acelerado, gracias a la implementación de un nuevo sistema de pagos de salarios en donde se premiaba al trabajador con el desempeño por encima del estándar, pero dándole mucha relevancia a las relaciones humanas (Niebel & Freivalds, 2009). La medición de la productividad se realizaba mediante gráficas o diagramas denominados “diagramas de Gantt”, los cuales brindaban una comprensión rápida y efectiva para los directivos (Weaver, 2012).

Dados los efectos deshumanizantes de la Ingeniería Industrial en los trabajadores, se aprueba una ley que limitaba los estudios de tiempos, dando mayor relevancia y uso al estudio de movimientos de los Gilberth, que se encontraba un poco rezagado hasta los años comprendidos entre 1920 y 1930, en donde se generaron valiosas publicaciones que rescataban la importancia de la implementación de estas metodologías (Ferrell, 2008). En el estudio de movimientos y de tiempos estos se encontraban separados. Sin embargo, para 1934, con la publicación de Harold B. Maynard, en donde establece el término de la Ingeniería de Métodos, disminuye la polarización de estas dos metodologías, debido que, en alguna forma, ambas se complementan.

En este sentido, la Ingeniería de Métodos puede concebirse como una técnica que busca el aumento de la productividad mediante la identificación de las operaciones que hacen parte del trabajo, con el fin eliminar aquellas que no generen valor agregado y poder realizar las actividades con mayor eficiencia y de manera estándar, determinando, posteriormente, los tiempos estándares para las realizaciones de dichos procesos. Este proceso va desde el diseño de los centros y puestos de trabajo en donde se realizan las operaciones, hasta el seguimiento de las mismas y sus posteriores mejoras continuas (Ferrell, 2008; Niebel & Freivalds, 2009).

 A finales de los años 20 se produjo una crisis interna de la ANII, ya que muchos asociados no estaban conformes con el carácter centralista de la asociación. Es por esto por lo que entre 1930 Y 1932 la ANII es transformada y reconvertida en lo que actualmente es la Federación de Asociaciones de Ingenieros Industriales de España, FAIIE.


EL CONSEJO Y LOS COLEGIOS

Pasada la Guerra Civil y superados los primeros años de posguerra, los ingenieros industriales retoman el proyecto federativo de la ANII. Sin embargo, se modela una nueva estructura a base de colegios profesionales en diferentes puntos del país, aceptando estos seguir una serie de directrices marcadas por parte de un consejo nacional que hiciese las funciones de mediador entre los ingenieros y el Estado. El Decreto del Ministerio de Industria y Comercio, aprobado el 9 de abril de 1949, autorizaba la constitución de los diferentes colegios y un consejo general de carácter centralista y unificador, todos con rango de corporaciones de derecho público.

Aunque en un principio se constituyeron un total de once colegios oficiales, en la actualidad, por escisiones regionales debidas al aumento de ingenieros industriales en nuestro país, hay constituidos veintiún colegios: Álava, Albacete, Andalucía Occidental, Andalucía Oriental, Aragón y La Rioja, Principado de Asturias, Baleares, Bizkaia, Burgos y Palencia, Canarias Oriental, Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, Guipúzcoa, León, Madrid, Navarra, Región de Murcia, y Santa Cruz de Tenerife.


ACTUALIDAD

En 1932, el término de "Ingeniería de Métodos" fue utilizado por H.B. MAynard y sus asociados, desde ahí las técnicas de métodos, como la simplificación del trabajo tuvo un progreso acelerado. Fue en la Segunda Guerra Mundial donde se impulso la dirección industrial con un método de rigor científico debido principalmente a la utilización de la Investigación de Operaciones. Asimismo la ingeniería industrial ha tenido un contacto con los campo de acción las producciones de bienes y servicios evolucionando desde la Ingeniería de producción metal mecánica y química hasta cubrir otros procesos productivos de otros sectores económicos.

Posteriormente, Maynard y Gustave Stegemerten establecen la manera sistemática para el análisis de las condiciones para la realización de una operación, de manera que se pueda observar en qué punto se pueden efectuar mejoras, y la publican en 1939 en su libro Operation Analysis (Ferrell, 2008; Maynard & Stegemerten, 1939).

Con el surgimiento de todos los aportes mencionados anteriormente, se crean, además, organizaciones que permiten acercar la ciencia a la Ingeniería Industrial. Entre estas tenemos a la Taylor Society, fundada en 1915; la Sociedad de Ingenieros Industriales, fundada en 1917; que luego se fusionan, en 1936, para fundar a la Sociedad para el Avance de la Administración (SAM por sus siglas en inglés). Adicionalmente, en 1948, surge el Instituto de Ingenieros Industriales y de Sistemas (IISE), cuyo finalidad es el apoyo de la Ingeniería Industrial, de la calidad y la productividad para mantener la Ingeniería Industrial a nivel profesional (Niebel & Freivalds, 2009).



Luego del Fordismo —que puede ser concebido como un sistema de trabajo en línea continua, con organización parcializada del trabajo y estandarizada— surge el Toyotismo, en la década de 1980, tomando mayor relevancia que el modelo de Ford, debido a la implementación del sistema justo a tiempo (JIT por sus siglas en inglés), con el cual se abandona el sistema masivo de producción y se atendían las necesidades de los clientes, sumados a un control total de la calidad (Zuccarino, 2012).

El control total de la calidad surge en la década de 1960 gracias a los aportes de William Edwards Deming, quien acuñó los 14 Principios de la Calidad, considerándose como el máximo exponente de la calidad, y Joseph Juran, quien expuso la trilogía de Juran, que consta de tres procesos: planificación, control y mejora de la calidad, y además aplicó el concepto de la “Ley de Pareto”, diseñada por el economista Vilfredo Pareto en 1906 (Sales, 2013; Barroso, 2007). En este sentido, la calidad ha sido y será uno de los aspectos más importantes a considerar dentro del campo de acción de la Ingeniería Industrial, y que ha tenido una evolución a través del tiempo desde su responsabilidad a cargo de cada trabajador, luego de los inspectores de calidad, hasta su direccionamiento hacia los procesos, denominándose como Gestión de la Calidad Total (TQM por sus siglas en inglés) (Zambrano & Alvarado, 2011).

Sin duda alguna, otro aspecto importante de la Ingeniería Industrial es la investigación de operaciones, la cual surge gracias al direccionamiento a la industria de los modelos empleados en la resolución de los problemas militares en la Segunda Guerra Mundial. Con este nuevo enfoque, se buscó la solución de problemas para la asignación de los recursos disponibles de la manera más eficiente para la organización, (Hillier & Lieberman, 2010).

Uno de los autores de mayor relevancia fue George Dantzig, quien desarrolló en 1947 el Método Simplex, empleado para la resolución de problemas de programación lineal (Hillier & Lieberman, 2010; Zambrano & Alvarado, 2011). Sin embargo, la aplicación de la investigación de operaciones solo florece con el apoyo de los recursos computacionales, debido a la complejidad de los problemas que se presentan en la asignación de recursos, como transportes, inventarios, localizaciones, entre otros. 

En este sentido, a la luz de la evolución de la Ingeniería Industrial en el mundo, se han considerado diversos aportes que hoy en día sustentan la base de los diversos campos de esta carrera. Así como los estudios de tiempos, movimientos, calidad, e investigación de operaciones, otro campo que fue generando valiosos aportes durante el desarrollo de la Industrialización fueron los procesos de manufactura.

En este campo se evidenciaron los aportes de sistemas para la planeación de requerimientos de materiales (MRP por sus siglas en inglés) formalizada por Joseph Orlicky y George Plossi, (1994), al igual que la planeación de los recursos empresariales (ERP por sus siglas en inglés), promovida en la década de 1980 por la Sociedad Americana de Producción y Control de Inventarios (Yeh, Yang, & Lin, 2007), y que, en esencia, son apoyadas por software y sistemas computacionales (Zambrano & Alvarado, 2011).

El desarrollo de software para facilitar la aplicación de diversas metodologías y la consecución de resultados en términos de optimización y/o eficiencia, marca un eslabón de suma importancia en la Ingeniería Industrial. Con la introducción de las computadoras, se desarrollaron aplicaciones sistematizadas de estudios del trabajo, tales como la Técnica Maynard de Operaciones en Secuencia (MOST por sus siglas en inglés), propuesta en 1960 por Maynard para establecer estándares mediante actividades lógicas definidas en modelos secuenciales, y que superaba los inconvenientes que presentó la técnica de Medición de Métodos y Tiempos (MTM, por sus siglas en inglés) desarrollada en 1948, en cuanto al manejo de una gran cantidad de datos detallados durante su aplicación (Karim, Emrul Kays, Amin, & Hasan, 2014).

Otro aporte importante, fueron los sistemas de diseños asistidos por computadoras y fabricación asistida por computadoras CAD/CAM (Desing Computer Aided / Design Computer Aided Manufacturing) los cuales facilitaron el diseño y el cálculo de ecuaciones matemáticas complejas, generando resultados muy rápidos, ahorrando recursos en tiempo y costos (Páramo, 1998).

De aquí en adelante, el uso de la automatización y de la inteligencia artificial en las grandes líneas, se fue consolidando teniendo en cuenta su aplicación a las líneas de producción que representan tareas repetitivas, además de su limitación por el alto costo y su vulnerabilidad en tiempos improductivos (Ferrell, 2008).

Por otra parte, la gestión humana toma una gran relevancia dentro de la Ingeniería Industrial, que va evolucionando a través del tiempo, desde la creación del Departamento de Relaciones Industriales; la creación del concepto del concepto de administración de recursos humanos en 1970, la gerencia del talento humano, hasta la gestión humana, el cual es el enfoque actual (Saunders, 1991; Zambrano & Alvarado, 2011). 

Los conceptos de Hombre - Máquina que inicialmente fijan la acción de la Ingeniería Industrial, en la actualidad y en los años venidos se están viendo ampliadas a otros grandes conceptos como son: Hombre - Sistemas, Hombre - Tecnología; Hombre - Globalización, Hombre - Competitividad; Hombre - Gestión del Conocimiento, Hombre - Tecnología de la Información, Hombre - Biogenética Industrial, Hombre - Automatización, Hombre - Medio Ambiente, Hombre - Robótica, Hombre - Inteligencia Artificial, y muchos mas inter relaciones al cual llamo, "Campos Sistémicos de la Ingeniería Industrial - CSII" que se integrarán al basto campo de su acción y que por el desarrollo "Creativo y Tecnológico" y su versatilidad no se fija límites para participar en cualquier Producción Terminal de cualquier Sector Económico o de Área Geográfica del País, con un grado sólido de responsabilidad hacia el bienestar de la Organización o Medio donde se actúa. Que debe orientarse a la búsqueda de IDEAls o niveles de la excelencia teniendo como Objetivos Básicos: buscar los mejores niveles óptimos de economicidad, incrementar la productividad y la calidad total como también la rentabilidad de los sistemas; Diseñar, mejorar, desarrollar sistemas integrales compuestos de hombres y conceptos SII. usando conocimientos especializados, matemáticos, físicos, de las ciencias sociales y de otras disciplinas inter relacionándolas junto con los principios y métodos del análisis y diseño de la ingeniería para señalar, producir y evaluar los resultados que se obtendrán de dichos sistemas.

Solo el Hombre ha pasado de la explosión Atómica, a la explosión Digital y Virtual, de ahí le espera un largo camino hacia las explosiones Universales de los Sistemas, donde el "Hombre - Conectividad" ya se hace real. Y por ello el Ingeniero Industrial debe dirigir su educación, conocimiento - entrenamiento y experiencia, dentro de los "Campos Sistémicos de la Ingeniería Industrial - CSII" y de las tecnologías, debe ser capaz de determinar los factores involucrados en las Producciones Terminales, en los Valores Agregados, en los Recursos, relacionados con el Hombre y cualquier ámbito económico, seguir fortaleciendo las instituciones humanas para servir a la humanidad y las premisas y prioridades debe ser el bien común del hombre comprendiendo las leyes que rigen el funcionamiento de los Campos Sistémicos de la Ingeniería Industrial, y llevarlo a un nivel de vida, calidad y bienestar mejor. Y en los términos de Necesidad, de Creatividad, de Causalidad, Competitividad y de Casualidad se logren una dinámica de nuevas oportunidades para los futuros profesionales de esta rama.



Consolidación y desarrollo de la Ingeniería Industrial

Los siguientes aportes han influido en el desarrollo y la consolidación de la Ingeniería Industrial:

HISTORIA DE INGENIERIA INDUSTRIAL EN COLOMBIA 


Dicen que la historia debe ser estudiada no solamente para tener mayores referentes, sino para aprender de ella, evitar sus errores y promover sus logros. Es este pensamiento el que nos lleva a recapitular por los orígenes de nuestra disciplina: la Ingeniería Industrial en Colombia.

Los primeros indicios de la aplicación de la Ingeniería Industrial fueron registrados en las industrias textileras de Antioquia, donde la mejora de procesos industriales fue acompañada desde mediados del siglo XX por expertos traídos fundamentalmente de los Estados Unidos. Fue así como Fabricato, Coltejer y Tejicóndor lideraron los procesos de aplicación de más puro taylorismo, seguidos por otras grandes organizaciones como Bavaria, Corona y Acerías Paz del Río. En aquel entonces, las mejoras estaban enfocadas en la realización de estudios que procuraban una mayor productividad, el despido de obreros y la reorganización de las operaciones.

Las empresas visibilizaron la necesidad de contar con ingenieros industriales colombianos que pudieran adelantar estas acciones de mejora sin necesidad de acudir a consultoras internacionales. La tecnología de punta en la época consistía precisamente en el uso de herramientas de Ingeniería Industrial. Para el año de 1958, se abre el primer programa de Ingeniería Industrial en Colombia. Su fundador, el Ingeniero Químico Guillermo Camacho Caro, explica que, en su sede de la Universidad Industrial de Santander, se contó con varios inconvenientes para poner en marcha a la carrera, pues no había.

A este hito le siguió la conformación de los programas de la Universidad de Los Andes (1961), Universidad de Antioquia (1968), la Universidad Javeriana (1972), la Universidad Distrital Francisco José de Caldas (1974), la UPTC (1974), entre otros. Nuestro programa de Ingeniería Industrial de la Universidad Libre tiene su nacimiento en el año de 1973, según consta en el acta 20 del 20 de Diciembre de ese año y en la cual la Honorable Consiliatura de la Universidad autorizó la apertura del Programa de Ingeniería Industrial, siendo aprobado y registrado en el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (SNIES) con el número 180646700421100111400.

58 años después de que el Ingeniero Guillermo Camacho dictara su primera clase en el programa de Ingeniería Industrial, existen más de 89 Universidades ofreciendo estos programas en Colombia, consolidándose así como una de las más importantes apuestas educativas de la educación superior en el país.

Hoy en día la Ingeniería Industrial vive un proceso de transformación, en el cual debe afrontar los retos que requieren las empresas del momento. Ya no se trata solamente de ser más productivos, sino de agregar valor, generar procesos de transformación, alcanzar mayores niveles de competitividad y procurar procesos más limpios. Todos estos retos son asumidos por los Ingenieros Industriales, quienes desde el manejo de la física, la química, las matemáticas, como ciencias fundamentales, procuran el cambio y la mejora en los procesos de las organizaciones.

Nuevas temáticas como la gestió de riesgo, la producción más limpia, analítica y la gestión del servicio se han convertido en un fuerte asidero para el desarrollo de la carrera. Los actores de la educación superior en el país, debemos entonces reflexionar y discutir acerca del futuro que le depara a nuestra carrera. Preguntas como las siguientes deben ser contestadas: ¿qué perfil de Ingeniero Industrial requiere el país, la región y la ciudad?, ¿qué características nos diferenciarán de otras carreras o incluso de ingenieros industriales de otras latitudes?, ¿estamos en capacidad de afrontar los retos de un sector empresarial cambiante, agresivo y globalizado?

Al igual que cualquier manifestación cultural, los orígenes de la Ingeniería en Colombia se pueden relacionar al menos con tres raíces diferentes. Uno de estos orígenes es el indígena, otro es el negro y el ultimo aporte es el europeo. Esta postura es ampliamente debatida por Bateman (1978) y Poveda (1993), quienes afirman que la cultura indígena en el territorio colombiano poseía pocos conocimientos en matemáticas, y solo destacaban obras de Ingeniería, como la construcción de caminos con la utilización de metodologías primitivas, y las técnicas de separación del oro de aluviones, así como también su fundición y manufactura. Por otro lado, Mora (1990) señala que:

Resulta curioso que se emplee un término que se refiere al arte de aplicar los conocimientos científicos a la técnica Industrial, cuando se habla de sociedades del periodo prehispánico. Sin embargo, se justifica esto último al ampliar la acepción del término, incluyendo dentro de la categoría aquellos procesos de experimentación y acumulación de conocimiento que dieron como resultado un procedimiento sistemático de manejo y aplicación de técnicas que transformen profundamente el paisaje (p. 37).
De igual forma, Lechtman (1986) reconoce que actividades como el hilado, el tejido, o el vaciado de vasos representan tecnologías de poder. Con este punto de vista se puede entender que los avances tecnológicos en el área de la metalurgia en las Américas, eran tecnologías fuertes. Retomando los planteamientos iniciales realizados por Valencia (2000), se tiene que la Ingeniería Prehispánica en Colombia tuvo dos manifestaciones significativas: uno en la Ingeniería de Materiales, y la otra en la Ingeniería Civil. Es claro que en el continente americano no existió el trabajo del hierro hasta la llegada de los europeos, pero, ya en ese momento, los habitantes del continente americano tenían conocimientos acerca del manejo de metales como el bronce, el cobre y el oro. Por otra parte, los conocimientos que se poseían en el continente americano en el área de la Ingeniería Civil, se basaban esencialmente en la construcción y las intervenciones del paisaje. Estas intervenciones se veían reflejadas principalmente en las redes de caminos, las transformaciones del suelo con propósitos agrícolas y en los sistemas de uso hidráulico.

Asimismo, Valencia (2000) asegura que el termino Ingeniería Prehispánica se clarifica en el momento que se analizan demostraciones como las construcciones realizadas en el Alto Magdalena agustiniano, los trazados de caminos prehispánicos y las construcciones en la Sierra Nevada de Santa Marta, las técnicas agrícolas en las comunidades amazónicas, el manejo hidráulico realizado por los zenúes en los ríos San Jorge y Sinú, entre otras demostraciones.

Los aportes europeos realizados a la naciente Ingeniería en el territorio colombiano vinieron con las primeras misiones científicas, como la realizada por Jorge Juan y Antonio Ulloa denominada “Condamine”. Particularmente, en esta misión se descubrió platino en territorio colombiano y se escribieron las Memorias Secretas, la cuales hoy en día son consultadas como fuente de información acerca del contexto colonial. Sin lugar a dudas, la misión que ha tenido mayor relevancia dentro de las realizadas en esta época fue la ejecutada por Mutis, la cual dejo trabajos como La Flora del Nuevo Reino, y contribuyó en el entrenamiento de científicos criollos como Francisco José de caldas y Francisco Javier Matiz (Valencia, 2000).

La influencia tecnológica que tuvo lugar en los periodos de la conquista y la colonia, se mantuvo hasta la época de la Ilustración, a mediados del siglo XVIII. Luego de la Independencia, la aparición de la Ingeniería Civil Moderna en el Nueva Granada se dio a partir del año 1840. Otro hecho importante se dio a finales de la década de 1830, con los señores Lino de Pombo, José Ignacio de Márquez y el general Herrán, los cuales defendieron la utilización de ingenieros nacionales en la realización de obras públicas. Esta posición se mantuvo en la administración de Mosquera, la cual tuvo lugar a partir del año 1845. Con todo este panorama, a partir del año 1850 se acreditó como tal el concepto de Ingeniería como profesión dentro de las clases dirigentes en el país (Valencia, 2000).

En la década de 1850, se inicia en el país la incorporación de instructores extranjeros y el envío de jóvenes pertenecientes a familias presentantes a centros científicos en el exterior, todo esto de la mano de los señores Pedro Alcántara Herrán y Mariano Ospina Rodríguez, quienes tenían como objetivo esencial, establecer un grupo de técnicos capaces de actualizar, a través de la implementación de tecnologías de vanguardia, los diferentes sectores económicos del país (Safford, 1989). La construcción de ferrocarriles en el país, durante las décadas de 1870 y 1880, trajo consigo una gran oportunidad para ejercer profesionalmente a los nuevos ingenieros egresados del Colegio Militar. La falta de oportunidades para el desempeño laboral de estos profesionales, fue debido a que aún existía en este periodo una clara dependencia con los centros científicos de Occidente. Cabe resaltar que, para estos años, ya existía la Escuela de Minas de Medellín, la Facultad de Ingeniería de la Universidad del Cauca y la Facultad de Matemáticas e Ingeniería de la Universidad Nacional en Bogotá (Poveda, 1986).

Asimismo, se puede afirmar que, durante las décadas de 1870 y 1880, ya existía un número significativo de ingenieros antioqueños, capaces de soportar una comunidad científica propia, con ideas que diferían, por mucho, con las expuestas por la Sociedad de Ingenieros de Bogotá. Esta sociedad gozaba de los empleos técnicos que suministraba el gobierno, mientras que los ingenieros de Antioquia y Cauca realizaban sus apuestas en la empresa privada. Algunas de las diferencias más significativas entre estas dos corrientes de la Ingeniería en el país en estos años, se presenta en el hecho de que los ingenieros de provincia apostaban por la utilización de materiales nativos y adaptaciones mecánicas pensadas para el país, mientras que los ingenieros de Bogotá apostaron por la originalidad en el área de las matemáticas puras. Con el devenir de la Segunda Guerra Mundial, se experimentó una expansión en el área de la Ingeniería en el país, lo que trajo consigo el nacimiento de nuevas facultades de Ingeniería por todo el territorio colombiano (Valencia, 2000).

Con el aumento de la Industrialización, los impactos generados por la segunda guerra mundial, y la diversidad de aportes generados para el aumento de la productividad, se generó un encarecimiento de la mano de obra, de manera que, alrededor de los años 60, se impulsó la migración de industrias a países subdesarrollados en búsqueda de mano de obra económica, lo que conllevó a la necesidad de la formación de ingenieros industriales en estos países (Gutarra, 2015).

Referirse al área de la Ingeniería, en la década de 1950, en Colombia, era hablar de la Ingeniería Civil y la Ingeniería de Minas, las cuales eran las profesiones con más auge en el país en estos años. En este periodo de tiempo ya se podía encontrar en el país a grupos pequeños de egresados de programas de Ingeniería Química, como también de Ingeniería Mecánica. Los Ingenieros Químicos egresaban de las universidades Bolivariana y de Antioquia, mientras que los Ingenieros Mecánicos que se encontraban en el país eran formados en universidades extranjeras (Poveda, 1993). Los inicios de la Ingeniería Industrial en Colombia se remontan al año de 1958, con la creación de la Facultad de Ingeniería Industrial en la Universidad Industrial de Santander (UIS), a cargo del Ingeniero Químico Guillermo Camacho Caro. Esta facultad gradúo a su primera cohorte en el año de 1961 y, desde entonces, en Colombia han obtenido este título más de cien mil ingenieros en esta área en el país (Zambrano & Alvarado, 2011).

La necesidad de formación de Ingenieros Industriales en Colombia tiene el mismo origen que en otros países, el cual era la necesidad de integrar los diferentes aspectos humanos en el mejoramiento de las industrias, que hasta ese momento de la historia lo estaban realizando otro tipo de ingenieros en las empresas (Zambrano & Alvarado, 2011). Entre los años 1954 y 1955, en Antioquia, se registraron varias misiones de Ingenieros Industriales estadounidenses a empresas fabriles de esta región, las cuales tuvieron como fin realizaran estudios de tiempos y movimientos, y compensación laboral en estas empresas. Estas metodologías fueron acogidas inmediatamente por los ingenieros químicos, civiles y mecánicos que se encontraban a cargo de estas actividades en las empresas (Poveda, 1993).

Dentro de las labores que desempeñaban los Ingenieros Industriales en la década de 1960, en Colombia, se destacaban esencialmente la evaluación de proyectos, el diseño de plantas, la logística, la ergonomía, y la valoración de máquinas. Debido al protagonismo que tuvieron las ciencias administrativas en este periodo, sumado al crecimiento acelerado de los programas de Ingeniería Industrial en Colombia, las facultades de Ingeniería Industrial en Colombia incluyeron en sus propuestas curriculares el perfil administrativo, fortaleciendo así las competencias en el campo administrativo, financiero y gerencial de estos profesionales, tanto en el sector manufacturero como en el prestador de servicios.

En esta misma década, el número de facultades de Ingeniería Industrial en el país había llegado a doce. En ellas, el enfoque los programas estaba dirigido a dos aspectos fundamentales: uno orientado al estudio de las ciencias básicas como la física, las matemáticas, los cálculos integral y diferencial, la estadística, la programación lineal, la investigación de operaciones y las matemáticas especiales; y el otro aspecto estaba orientado al diseño de plantas, los sistemas de transporte, la ergonomía, el estudio de tiempos y movimientos, el control de la calidad y toda la parte de métodos y sistemas (Poveda, 1993).

Desde la creación de la facultad de Ingeniería Industrial de la UIS, en el año 1958, las estructuras curriculares de los programas en esta Ingeniería en Colombia se han estructurado en cinco áreas básicas, las cuales son: 1) Ciencias Básicas, 2) Científico-Tecnológica, 3) Económico-Administrativa, 4) Socio-Humanística, y 5) Profesional. Para el año de 1989, existían en Colombia solo 24 programas de Ingeniería Industrial aprobados, de los cuales 9 se encontraban en Instituciones de Educación Superior (IES) ubicadas en Bogotá, 3 en Medellín, 3 en Cali, y el resto en otras ciudades del país. Asimismo, en este mismo año, en lo referente a estudios de posgrado, solo existían dos programas de maestría en el área de Ingeniería Industrial; uno de ellos era el programa de Maestría en Ingeniería Industrial y Sistemas ofrecido por la Universidad del Valle, y el otro era el programa de Maestría en Investigación de Operaciones y Estadística de la Universidad Tecnológica de Pereira (Rodríguez, 2012).

Para la década de 1990, la aparición de tecnologías emergentes y de nuevos modelos de manufactura flexible, marcaron el inicio de un nuevo cambio en la forma de enfocar la Ingeniería Industrial en Colombia. De aquí en adelante, todo este nuevo conocimiento tecnológico, seria tenido en cuenta dentro de los procesos de formación de estos programas académicos, tarea que hasta el día de hoy sigue vigente en nuestro país (Rodríguez, 2012).


Bibliografía

Baker, D. F. (1957). A Study of the Evolution of Industrial Engineering. The Ohio State University. Recuperado de https://etd.ohiolink.edu/!etd. send_file accession=osu1486464627807783&disposition=inline

Baracca, A. (2002). El desarrollo de los conceptos energéticos en la mecánica y la termodinámica desde mediados del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX. LUL, 25, 285 - 325. Recuperado de https:// dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/300385.pdf

Barroso, F. (2007). La regla 80-20 (Pareto). Management Today en español, 12 - 14. Recuperado de https://www.researchgate.net/publication/315767915_La_regla_80-20_Pareto

Bateman, A. D. (1978). Historia de las matemáticas y la ingeniería. En F. Chaparro & F. Sagasti (eds.). Ciencia y Tecnología en Colombia. Bogotá: Colcultura, 107

Drake, D. (2005). The Story of Josiah Wedgwood: Potter and Cost Accountant. HQ FINANCIAL VIEWS: Volume I, 1-3.

Ferrell, M. (2008). Historia, desarrollo y alcance de la Ingeniería Industrial. En W. Hodson, Manual del Ingeniero Industrial, Cuarta Edición. Tomo I (págs. 19 - 27). Pittsburgh: Mc. Graw Hill.

Gutarra, F. (2015). Introducción a la Ingeniería Industrial. Huancayo: Fondo Editorial de la Universidad Continental.

Haynes, J. (1998). Richard Trevithick : Cornwall’s Pioneer Of Steam. Supplement To The Histelec News. (S10), 1-3.

Hiil, W. (1969). Richard Arkwright and the Water Frame. Proceedings of teh Institucion of teh Mecanical Engineers, 184(1), 1175-1178. https:// doi.org/10.1243/PIME_PROC_1969_184_088_02

Hillier, F., & Lieberman, G. (2010). Introducción a la Investigación de Operaciones (9na ed.). México: McGraw Hill.

Institute of Industrial & Systems Engineers [IISE]. (2016). The Industrial Engineering Body of Knowledge. Norcross, GA: Institute of Industrial Engineers

Karim, A., Emrul Kays, H., Amin, A., & Hasan, M. (2014). Improvement of Workflow and Productivity through Application of Maynard Operation Sequence Technique (MOST). Proceedings of the 2014 International Conference on Industrial Engineering and Operations Management, 2162 - 2171. Recuperado de http://ieomsociety.org/ ieom2014/pdfs/463.pdf

Lechtman, H. (1986). Perspectivas de la Metalurgia Precolombiana de las Américas. Bogotá: Banco de la Republica.

Maynard, H. B., & Stegemerten, G. (1939). Operation Analysis (L. U. Madison, Ed.). New York: McGraw-Hill.

Mayol, D. (2013). Taylor: Cien años después. Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, XIX(2), 195-209. Recuperado de http://www. redalyc.org/pdf/364/36430103010.pdf

Mora, S. (1990). Ingenierias Prehispánicas. Bogotá: Fondo FEN- Instituto Colombiano de Antropología-Colcultura.

Morales Sandoval, C., & Masis Arce, A. (2014). Measuring value added productivity: an empirical aplication in an agroalimentary cooperative in Costa Rica. Tec Empresarial, 8(2), 41–49. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4808514

Mosquera, F. (2002). Introducción a la Ingeniería Industrial: un enfoque humanístico. Bucaramanga: Universidad Industrial de Santander.

Niebel, B., & Freivalds, A. (2009). Ingeniería Industrial. Métodos, estándares y diseño del trabajo (12 ed.). Ciudad de México: Mc Graw Hill.

Orlicky, J., & Plosi, G. (1994). Orlicky’s material requirements planning. New York: McGraw-Hill.

Páramo, J. (1998). Aplicaciones de los sistemas CAD/CAM en la manufactura moderna. Revista Universidad Eafit. 34(110), 11-15. Recuperado de http://publicaciones.eafit.edu.co/index.php/revista-universidad-eafit/article/view/1110

Poveda, G. (1986). Los Ferrocarriles y la Ingeniería. Revista Universidad de Antioquia (206), 5.

Poveda, G. (1993). Historia Social de la Ciencia en Colombia. Tomo IV. Ingenieria e Historia de las Tecnicas. Bogotá: Tercer Mundo Editores. Recuperado el 18 de Junio de 2018, de http://repositorio.colciencias.gov.co/handle/11146/687

Rodríguez, L. (2012). Algunos cuestionamientos a la enseñanza de Ingeniería Industrial en Colombia. Cuadernos de Administracion, 28(48) 91-103.

Safford, F. (1989). El Ideal de lo Practico. Bogota: El Áncora Editores.

Sales, M. (2013). Diagrama de Pareto. EALDE Business School. Recuperado de https://www.academia.edu/23719178/Diagrama_de_Pareto

Santos Redondo, M. (2002). Robert Owen, pionero del managment. Sociología del Trabajo, VI(1/03), 97 - 124. Recuperado de https://eprints. ucm.es/6708/1/0027.pdf

Sartelli, E. (1999). El principio de Babbage, la educación y el trabajo. Reunión (3). Recuperado de http://www.razonyrevolucion.org/textos/ esartelli/Babbage.pdf

Saunders, B. (1991). La profesión del ingeniero Industrial. En G. Salvendi Manual de Ingeniería Industrial (29-50). México: Limusa.

Toma, S. G. (2005). Fordism, Postfordism and Globalization. Amfiteatru Economic, (17), 135 - 137.

Valencia, A. (2000). Breve Historia de la Ingenieria. Revista Facultad de Ingeniería (20), 119-136. Recuperado de http://aprendeenlinea.udea. edu.co/revistas/index.php/ingenieria/article/view/325852

Martin-Vega, L. A. (2001). The Purpose and Evolution of Industrial Engineering. En H. Maynard Industrial Engineering Handbook, 4 - 20.

Weaver, P. (2012). Henry L Gantt, 1861 - 1919. Debunking the myths, a retrospective view of his work. PM World Journal, I(V), 1 - 19.

Yeh, T., Yang, C., & Lin, W. (2007). Service quality and ERP implementation: a conceptual and empirical study of semiconductor-related industries in Taiwan. Computer in Industry, 58(8-9), 844-845. https:// doi.org/10.1016/j.compind.2007.03.002

Zambrano, S., & Alvarado, F. (2011). Surgimiento y evolución de la Ingeniería Industrial. Revista In Vestigium Ire, 4, 19 - 28. Recuperado de http://revistas.ustatunja.edu.co/index.php/ivestigium/article/download/177/161

Zuccarino, M. (2012). Modelos estadounidense-fordista y japonés-toyotista: ¿Dos formas de organización productiva contrapuestas?. Un estudio de caso: trabajadores bolivianos afiliados a la Federación Obrera Local (FOL) en la primera mitad del siglo XX. Historia Caribe, VII (21), 197-215. Recuperado de http://www.scielo.org.co/pdf/ hisca/v7n21/v7n21a09.pdf
 








Comentarios

  1. quiero compartir un testimonio de cómo el sr. pedro me ayudó con un préstamo de $ 2,000,000.00 para financiar mi proyecto de cultivo de marihuana, estoy muy agradecido y prometí compartir esta compañía de financiamiento legítima con cualquiera que busque una manera de expandir su proyecto comercial. . empresa financiadora. cualquier persona que busque apoyo financiero debe comunicarse con ellos en pedroloanss@gmail.com.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario