CONCEPTO DE SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO

 CONCEPTO DE SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO


Concepto y evaluación histórica del trabajo 

El hombre, igual que la sociedad en que vive, constituye parte inseparable de la naturaleza con la cual está en constante interacción. No puede existir sin satisfacer sus eternas necesidades naturales: alimentos, vestimenta, techo bajo el cual cobijarse, protección contra las adversidades de la naturaleza (desastres naturales), etc. 

La naturaleza no puede ofrecer todos los bienes de subsistencia necesarios en forma ya elaborada; para obtenerlos hay que producirlos, por lo que hay que trabajar. El hombre en su trabajo para producir estos bienes, entra en contacto directo con la naturaleza; incluso, la recogida de fruto que esta nos brinda para el consumo directo, la caza y la pesca son procesos de intercambio entre el hombre y la naturaleza, de actuación sobre esta, de transformación de sus condiciones; aunque en el transcurso de su actividad laboral el hombre se separó de la naturaleza. 

El significado histórico del trabajo fue analizado brillantemente por Engels en su artículo “El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre” (1876), quien descubrió que el proceso de formación del hombre y la sociedad primitiva transcurría en la medida que evolucionaban el propio trabajo humano, la actividad laboral y la creación por el hombre de los medios y las condiciones de su existencia; de ahí que el trabajo constituye una de las necesidades vitales y elementales del hombre. La génesis de la sociedad humana está muy relacionada con la actividad laboral de los hombres y con el desarrollo de la producción material. Por tanto, ¿qué es el trabajo? Por trabajo se entiende, la actividad racional del hombre mediante la cual modifica los objetos de la naturaleza, de modo que estos puedan satisfacer sus necesidades. En todo proceso de trabajo el hombre gasta energía física, nerviosa e intelectual, de lo cual resulta la creación de productos útiles.


¿Cómo transcurrió históricamente este proceso? 

En un principio, el hombre tomaba de la naturaleza los bienes materiales que, como hemos dicho, podían ser consumidos de forma directa; esta etapa se prolongó durante cientos de miles de años. Sin embargo, con el tiempo, el hombre aprendió a producirlos, mediante los medios naturales simples que tenía a su disposición (maderas, piedras, etc.), y para satisfacer sus necesidades vitales se veía obligado a perfeccionar constantemente los instrumentos de trabajo y la tecnología de su elaboración; al mismo tiempo que ese perfeccionamiento, se desarrollaban los hábitos laborales del hombre y la mano alcanzaba un elevado grado de perfección. La actividad conjunta de los hombres suscitó en ellos la necesidad de comunicarse entre sí, así surgió y comenzó a desarrollarse el lenguaje bien articulado. En el proceso de trabajo y comunicación recíproca, muy relacionado con el hombre, se perfeccionaba su capacidad mental. 

Si se hace una comparación somera, da la impresión que la actividad laboral del hombre se parece al “trabajo” de algunos animales, como por ejemplo, al de las hormigas, las abejas, los castores, los pájaros; sin embargo, la labor del hombre y el “trabajo” de los animales se diferencian mucho en los aspectos siguientes: 
1. La actividad del hombre es una actividad consciente y racional, mientras que los animales se guían por los instintos. El peor arquitecto se diferencia de la mejor abeja por el hecho de que antes de construir la celdilla de cera la ha construido ya mental- mente en su cerebro. 
2 . El hombre para producir los bienes que necesita, utiliza los instrumentos de trabajo creados por él. En los animales a veces se encuentran ejemplares que utilizan instrumentos para conseguir alimentos, como por ejemplo, el pájaro carpintero de las Islas Galápagos, que extrae insectos de los árboles mediante pequeños palitos filados, o la nutria marítima que se vale de piedras para abrir las conchas de los moluscos, pero ello no son más que curiosidades de la vida de esos seres, ya que ningún animal crea instrumentos de trabajo.
3. Debido al trabajo, el hombre domina las fuerzas de la naturaleza y las obliga a que sirvan a sus objetivos, mientras que los animales no hacen sino adaptarse a ellas. 

El trabajo es una realidad objetiva, principalmente cuando se trabaja en alguna cosa, pero ese trabajo es evaluado según las circunstancias en que se realiza, de manera que el resultado económico o social de este es infravalorado o supravalorado a partir de construcciones sociales, levantadas por grupos sociales y sociedades, por ejemplo, si una persona del siglo XVI llegara a nuestros tiempos, negaría al profesorado o a los políticos su condición de “trabajadores”, pues para su época solo se consideraba el trabajo manual. De ahí, que la primera gran división es: trabajo manual y trabajo intelectual, tanto para uno como el otro deben considerarse “dos momentos” o ámbitos: el productivo y el reproductivo. 

Es frecuente que solo se considere el primero, que corresponde con la actividad laboral propiamente dicha, y se olvide el segundo, que sucede fuera de la actividad laboral y en la cual el trabajador desarrolla su vida. 

En muchas ocasiones el término trabajo se restringe para aquel que se realiza de forma remunerada, como es el caso del trabajo asalariado; sin embargo, en ese caso el término adecuado es ocupación. Es muy frecuente que de forma inadecuada se utilicen como sinónimos, aun en libros técnicos, ya que de manera general el que se estudia y se somete a control desde el punto de vista técnico y legal es el trabajo remunerado. 

Esta diferenciación es muy importante para la salud pública porque, al existir mayores posibilidades para estudiar el trabajo, bajo determinadas condiciones de ocupación, o sea, el trabajo en grandes empresas u organizaciones está regulado con determinadas seguridades y realizado en espacios destinados específicamente para ese menester; el radio de acción de la salud pública debe extenderse a toda la sociedad, e incluso, hacia las diferentes formas de trabajo remunerado (subcontratado, independiente, a domicilio) y no remunerado (doméstico, voluntario, etc.).

EL TRABAJO Y LA SALUD

Con la entrada en vigor de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales(*) y el nuevo enfoque de la normativa comunitaria, se va a afrontar esta materia desde un punto de vista integral y más amplio, o sea, desde el concepto de “La Seguridad y Salud Laboral” y de sus especialidades: La Seguridad en el Trabajo, la Higiene Industrial, la Ergonomía y Psicosociología aplicada y la Medicina del Trabajo. 

El campo de actuación de estas especialidades va a estar centrado en las condiciones de trabajo de las personas, para preservar la seguridad y la salud laboral de las mismas.


La Constitución Española (CE) reconoce, en su art. 43, el derecho a la protección de la salud de los ciudadanos, sean o no trabajadores. Precepto que, relacionado con el art. 40.2 de esta norma suprema, encomienda a los poderes públicos, como uno de los principios rectores de la política social y económica, velar por la seguridad e higiene en el trabajo (en términos actuales, la seguridad y salud laboral). Por su parte, el art. 15 de esta misma norma establece que “todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral”


EL TRABAJO 

El trabajo se puede definir como “toda actividad social organizada que, a través de la combinación de recursos de naturaleza diversa (medios humanos, materiales, energía, tecnología, organización), permite alcanzar unos objetivos y satisfacer unas necesidades”.

A lo largo de la Historia, el trabajo de las personas ha ido cambiando. Durante una amplia etapa histórica, la organización del trabajo estuvo basada en el sistema de gremios, principalmente artesanales, agrupados por oficios. El taller, regido por un maestro-artesano, con sus oficiales y aprendices, va a ser el típico centro de trabajo de esta época. 

A partir del siglo XVII, con la llegada de la Revolución Industrial, se rompe el sistema de trabajo gremial, extendiendo el número de trabajadores asalariados. La incorporación de nuevas tecnologías al sistema productivo obligaba a un cambio constante en las condiciones de trabajo. La máquina pasó a efectuar un gran número de labores que tradicionalmente realizaban los artesanos. Así, el trabajador tuvo que adaptarse a la máquina, en aras de la productividad. 

El progreso tecnológico, unido al movimiento obrero, ha posibilitado el progreso social, mejorando la calidad de vida y las condiciones de trabajo, eliminando riesgos, pero también dando lugar a la aparición de otros nuevos.


LA SALUD

La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió en 1946 la salud como “el estado de bienestar físico, mental y social completo y no meramente la ausencia de enfermedad o dolencia”. Esta concepción, con este triple equilibrio somático-psíquico-social, es un tanto idealista, utópica y, por tanto, difícil de alcanzar. Desde el punto de vista de la Medicina, la salud se divide en:


El proceso salud-enfermedad es abordado de manera preponderante desde la óptica de la enfermedad, es decir desde el polo negativo de este proceso. En esta línea de pensamiento y acción, los problemas de salud son considerados como fenómenos que resultan de la presencia de microorganismos patógenos (bacterias, virus, parásitos) o por el surgimiento de procesos degenerativos y metabólicos.

En raras ocasiones se considera al TRABAJO, una de las principales actividades del ser humano, como una condición que puede generar múltiples problemas de salud.

El trabajo desde que el ser humano apareció en la Tierra ha permitido el desarrollo de la humanidad hasta alcanzar los niveles inconmensurables que existen en la actualidad. Sin embargo, y bajo ciertas condiciones del avance tecnológico y de relaciones entre los grupos humanos, el trabajo puede ocasionar diversas alteraciones a la salud, inclusive la muerte.

Especialmente en la práctica de la medicina, al trabajo se lo toma en cuenta en un plano muy elemental y secundario, muchas veces sólo como un dato aislado de la historia clínica, registrando exclusivamente la nominación del tipo de actividad (albañil, obrero, maestro, enfermera, etc.). De esta manera, difícilmente se establece asociación entre los problemas de salud de las personas y sus condiciones de trabajo.

La forma como los seres humanos trabajan, el tipo de actividad que realizan, las máquinas, instrumentos y herramientas que usan, la duración de la jornada de trabajo, los ritmos impuestos, las substancias que se utilizan, todos ellos interactúan con el organismos ocasionando una infinidad de alteraciones a la salud. 

No son los obreros o los trabajadores de las fábricas los únicos que pueden sufrir estas alteraciones, cualquier persona que realiza un trabajo puede sufrir las consecuencias negativas del mismo.


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