LA RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA Y LA LOGÍSTICA

 LA RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA  Y LA LOGÍSTICA 


Hace algunas décadas, la responsabilidad a la hora de exigir productos justos y medioambientalmente
sostenibles recaía exclusivamente sobre las decisiones de compra del consumidor.
En la actualidad, la empresa es quien debe asegurar que sus productos guardan
un equilibrio entre el modelo de desarrollo eficaz (que cumpla sus objetivos) y eficiente (al
menor coste posible), y un modelo de sostenibilidad desde el punto de vista medioambiental
y social. El cumplimiento de este último modelo es lo que se denomina Responsabilidad
Social Corporativa (RSC).


La RSC responde a la actitud que mantiene la empresa ante las demandas planteadas por
los grupos de interés y la sociedad, relacionadas con:
• La actividad de la empresa.
• Sus costes sociales.
• La ampliación de sus objetivos en relación con su función social. 

Todo ello tiene una serie de implicaciones importantes:
• Supone una transformación de la forma de gobierno de la empresa, ya que se pasa de
una relación bilateral (accionista-directivo) a otra multilateral (todos los grupos de interés).
• Modifica el proceso de decisiones añadiendo criterios sociales (no solo se busca crear valor
para los accionistas sino también para los grupos de interés y la sociedad en general).
• Debe aplicarse voluntariamente en la empresa.

En sus orígenes la RSC no era vista con buenos ojos por las empresas, que entendían que
solo implicaba incrementos de coste del producto o servicio, sin contraprestación alguna para la empresa. Pero la evolución de la propia sociedad ha implicado un cambio de perspectiva sobre este tema. El lema anglosajón «Ethics pays» («la ética da dinero») nos resume muy bien este cambio de opinión, ya que la RSC se entiende hoy como un factor clave de competitividad, e incluso se concibe desde un enfoque comercial. La Responsabilidad Social Corporativa ha pasado de ser un fin ideal a ser un medio para la obtención de beneficios económicos.


Así, la empresa puede adoptar programas de RSC por diversas razones:



Sin embargo, el factor más importante para llevar a cabo la RSC desde un punto de vista
estratégico es el competitivo, ya que genera valores intangibles para la empresa y mejora la
imagen que esta proyecta hacia los grupos de interés y la sociedad. A pesar de que mayoría
de los autores no se ponen de acuerdo en la cuantificación de los beneficios económicos
que conlleva la RSC, sí coinciden en que no tenerla en cuenta puede llevar a las empresas a
costosas pérdidas de imagen y beneficios, de las cuales es muy difícil resarcirse en el futuro.

Hay muchos ejemplos de las consecuencias de poner o no en marcha programas de RSC.
Por ejemplo, el grupo textil Inditex ha decidido, a través de su «apuesta por lo verde», implantar 
las energías renovables (eólica y solar) en todos sus centros logísticos, y la aplicación de planes de eficiencia para aprovechar y ahorrar al máximo la energía consumida. Además, la empresa se ha propuesto renovar todos sus vehículos para que cumplan la normativa Euro 5, la norma europea más exigente en materia de emisiones.

Por otro lado, debemos tener en cuenta que la RSC, como la logística, abarca toda la cadena
de suministro. Eso implica que la empresa es responsable no solamente de sus acciones,
sino también de las de sus proveedores, distribuidores, contratistas, subcontratistas, etc.
La empresa tecnológica Apple, por ejemplo, fue acusada de malas prácticas en RSC porque
las empresas subcontratadas por ella explotaban a sus trabajadores con agotadoras jornadas
y bajos salarios. La presión social le obligó a aumentar el grado de transparencia en la
información acerca de sus proveedores y a crear códigos de conducta al respecto, que están
expuestos en una sección específica de su web corporativa.

Comentarios