PERSPECTIVAS DIFERENTES EN LOGÍSTICA

 PERSPECTIVAS DIFERENTES EN LOGÍSTICA 


Por su relación con la empresa desde las que se analiza la logística puede tener cuatro perspectivas diferentes:
  • Logística de Aprovisionamiento 
  • Logística Interna 
  • Logística de Distribución 
  • Logística Inversa 
En cada empresa, en función del producto y de su relación con proveedores y clientes será más importante alguna de las cuatro. 

Aquellas empresas que tienen un producto final que ensambla muchos componentes (como es el caso de las líneas blancas o los automóviles) suelen tener departamentos enteros dedicados a la gestión de la logística del aprovisionamiento. Si los proveedores son más pequeñas que la empresa focal generalmente podrá exigirles condiciones en términos de plazos y modos de entrega diferentes. En cualquier caso, la coordinación de todos los proveedores es básica para que todos los componentes estén disponibles simultáneamente. 

Aquellas empresas que trabajan con pocas materias primas que dan lugar a muchos productos de gran volumen (por ejemplo, una panificadora o un fabricante de pinturas) tendrá almacenes de distribución más complicados de manejar, y tendrán que gestionar una interferencia continua con fabricación. 

La logística inversa se encarga de llevar los materiales y la información relacionada desde el cliente hasta algún lugar donde se puede recuperar el valor de los materiales o al menos garantizar su correcta eliminación. Tiene muchas facetas diferentes: la devolución del producto por no satisfacer al cliente, el retorno de productos defectuosos o aquellos en que un submontaje o componente ha dejado de funcionar, o la recuperación del producto al final de su vida útil o incluso los envases de los mismos. 

La logística externa (aprovisionamiento, distribución e inversa) tiene mucho que ver con la contratación de transportes y alquiler de almacenes, que es un mercado muy competitivo en continua evolución y por tanto las soluciones de ayer son poco efectivas hoy. La incertidumbre de no poder disponer de los productos, y de que los movimientos dependan de circunstancias externas hace que el trabajo de seguimiento requiera una cantidad apreciable de personal cuyo trabajo consiste en intentar saber dónde está el producto y renegociar plazos y lugares de entrega. 

Así como la logística externa se considera en la mayor parte de las empresas una actividad importante (gestiona mucho dinero de cara al exterior y se relaciona con clientes y proveedores), la logística interna es en muchos casos no considerada. En algunas empresas se diseña el producto, el proceso, la distribución en planta de las máquinas, y sólo cuando las máquinas están ya ancladas en el suelo alguien recuerda que hay que alimentarlas con materiales y que la traspaleta no cabe por el pasillo.

Tradicionalmente la actividad logística no se encargaba de la transformación (de eso se encarga producción) pero el paso del tiempo ha ido conformando una nueva manera de entender la actividad logística. Dentro de la actividad logística se transforma información, y además los procesos de empaquetado, de cambio de embalaje de montaje y desmontaje, son cada vez más asociados a actividad de los operadores logísticos, y por tanto a la logística. 

Así que las actividades logísticas se podrían clasificar como las que diseñan, gestionan o controlan. También se podrían diferenciar entre las que se encargan del movimiento y las que se encargan del almacenamiento, o entre las que realizan el movimiento directo (de proveedor a cliente) y las que lo realizan inverso (de cliente a proveedor), y entre las que mueven o almacenan materiales, y las que mueven, almacenan y transforman información. 

Y con todos los anteriores elementos se puede configurar (eligiendo algunos y descartando -aunque sea momentáneamente- otros) una dirección de logística que no se parece en nada entre dos empresas diferente (aunque se dediquen estrictamente al mismo producto físico). 

Aquellas empresas en las que los productos pasan por varias fases y utilizan diferentes tecnologías tendrán una logística interna más complicada que aquellos donde la materia prima se transforma en un reactor y se envía al almacén. En este segundo tipo de empresas es posible que ni siquiera haya alguien que se dedique a la logística interna (lo que no quiere decir que no haya logística interna).


El departamento de logística de algunas empresas depende del director de operaciones. En esas empresas es posible la coordinación eficiente entre aprovisionamiento, fabricación y distribución. En muchas, la logística está desconectada jerárquicamente de las operaciones, en esos casos la coordinación de las actividades internas y externas es muy complicada, generando muchas ineficiencias en términos de coste y de plazo de entrega.

LOGÍSTICA INTERNA 

Habitualmente se denomina logística interna a aquella que ocurre en el interior de las instalaciones (aunque en no pocas ocasiones exige cruzar calles porque el crecimiento de la empresa ha obligado a tener (quizá demasiadas instalaciones).. De algún modo se opone a la logística externa que sería aquella que ocurre fuera (el transporte) o la que se trata como un todo (los almacenes externos).

La logística interna sería el movimiento y almacenamiento de productos e información en el interior de las instalaciones. Aunque se puede llamar también logística interna al movimiento de pacientes dentro de un hospital, o de viajeros en un aeropuerto. 

Se asocia a la logística interna el movimiento y almacenamiento de las materias primas, de los semielaborados desde y hacia máquinas, de los productos acabados, de los útiles, de la información, pero también de la gestión de deshechos y residuos, de los productos con problemas de calidad y de los soportes (cajas, palés, cantoneras, flejes…). Suele ser responsabilidad de la logística también las actividades de embalado y en ocasiones de control de calidad. 

El foco de la logística interna es garantizar que la producción continúe sin interrupciones ligadas a la falta de material o a la falta de espacio donde ubicar el material que se ha producido. Esa exigencia de fiabilidad no debe hacer olvidar que la seguridad de las personas (y también, por qué no de los equipos y de los materiales) es un criterio importante a tener en cuenta. Es un criterio a tener en cuenta la eficiencia, que en términos de logística tiene mucho que ver con el excesivo movimiento de personal, equipos y materiales. 

Pero desafortunadamente, quizá dado que se llama de “no valor añadido” a las actividades de logística interna, se suele dejar para el último momento la definición de los requerimientos de logística interna cuando no se va contra ellos directamente. Y en muchos casos la falta de holguras, hará que el sistema “gripe” generalmente por falta de espacio que acaba generando congestión y bloqueos. 

Es evidente que si la logística es la gestión del flujo de información y materiales son estos los que definen la logística (la interna y la externa). El movimiento de graneles, líquidos o gases no tiene los mismos requerimientos que el movimiento de bultos no tiene. Y es evidente también que no es lo mismo mover una carrocería, que un colchón, una botella, un sofá, o un paquete de caramelos. 

Pero no se trata sólo de moverlos, también se trata de almacenarlos (esperando una operación anterior). En algunas ocasiones la espera forma parte del proceso. El producto puede requerir un tiempo de curado, o de enfriado, o de fermentación mientras que en otras ocasiones la espera ha de estar limitada porque no es adecuado que se enfríen o que fermenten. 

El principal objetivo en la logística interna debiera ser asegurar el suministro puntual a fabricación y evacuar con celeridad el producto finalizado para que no interrumpa el funcionamiento de la máquina. Y eso es función del movimiento y almacenamiento de la información. 

Minimizar los errores (tanto en el producto a entregar, como en el lugar a depositarlo) exige tiempo y espacio. Los productos a mover deben ser además identificados correctamente para poder ser seleccionados cuando los busquen los operadores y en muchas ocasiones es necesario mantener información que permita trazar el lote en el que fueron procesados en cada etapa. 

Para que un producto llegue de un sitio a otro alguien debe llevarlos o se deben depositar en algún sistema que automáticamente los transporte. La logística interna utiliza equipamientos que no se mueven, pero trasladan y equipos que se mueven cuando trasladan. Entre los primeros destacan las cintas transportadoras, puentes grúa, sistemas de transporte aéreo, tuberías, y los sistemas neumáticos. Entre los segundos los diferentes tipos de carros y carretillas. Cuando la carga va paletizada se utilizan traspaletas, elevadoras, contrapesadas… 

El uso de elementos móviles convierte a las actividades logísticas internas en altamente peligrosas. Algunas empresas, con muy buen criterio, impiden el movimiento andando de personal allí donde hay carretillas elevadoras, e incluso tienen un medible específico para conocer la cantidad de metros libres de “toro”. 

Tres son los tipos de espacios que hay que considerar básicamente: espacios para transportar, espacios para almacenar, y espacios para mover entre los medios de transporte y los medios de almacén (estos últimos generalmente olvidados y que acaban consumiendo espacio de los otros). 

La logística interna requiere una gran cantidad de espacio vacío (pasillos suficientemente anchos, espacio de almacén dedicado) y de exceso de capacidad instalada. Creer que se pueden recortar dichos excesos es asumir que va a haber retrasos en las entregas y por tanto paradas de producción ligadas a que falta material. Puede no parecerle cierto al que va a “robarle” 10 m2 a un almacén interno que casi siempre está vacío pero esa falta de espacio va a salir muy cara, es cuestión de tiempo observarlo. 

Y la logística interna requiere también personal. La vida de la gente de logística interna es difícil. No sólo porque todos creen que sus actividades son de “no valor añadido” sino porque los carretilleros (el personal dedicado a la manutención interna) suele responder a peticiones explícitas e inmediatas de los trabajadores ligados a producción, haciendo que la toma de decisiones sea esencialmente distribuida y en forma de gritos. Quizá por ello es interesante invertir en sistemas informatizados que coordinen las actividades de reposición y recogida.

LOGÍSTICA EXTERNA.

De manera general se suele llamar logística sin apellido a la logística externa. Es decir, aquella que mueve y almacena producto entre la empresa y proveedores y clientes.

El transporte es, en casi todos los sistemas, más importante que el almacenamiento. Según diferentes estudios la logística aporta entre el 7% y el 9,5% del PIB de sus respectivas regiones (menos en Europa, más en USA y fluctuando según el precio del petróleo y el precio del dinero).

En USA los costes de transporte están en el orden de magnitud del 60% de los costes totales, mientras que Europa están en el 45%. Los costes de inventario suponen alrededor del 25% y los costes de almacenamiento suponen alrededor del 30% en Europa y alrededor del 10% en USA. En ambos territorios los costes de administración están en el orden del 4%.


El uso de almacenes en polígonos industriales con alto coste de alquiler por metro cuadrado se justifica cuando los costes de transporte (generalmente vinculados al modo de transporte del producto) son elevados. En la medida en la que sea posible empacar mejor el producto, será más plausible alquilar metros en naves lejanas del epicentro del producto. Dado que los costes de transporte y de alquiler de naves están continuamente cambiando, el equilibrio entre costes de transporte y almacén se va modificando sin cesar y por ello es razonable reevaluar una y otra vez la configuración.

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