HISTORIA Y EVOLUCIÓN DE LA METROLOGÍA
Sin embargo, tal parece que el PRIMER PERIODO EVOLUTIVO DE LA METROLOGÍA, si se considera desde el punto de vista evolucionista, fue el ANTROPOMETRICO, en el que las unidades básicas de las medidas son partes del cuerpo humano. Aún hoy persisten dichas medidas que se emplean muy domésticamente para solucionar pequeños inconvenientes o como unidades de medición en sofisticados instrumentos de medida.
El hombre primitivo mide el mundo con su propio cuerpo. Es decir, el hombre mide el mundo consigo mismo. Se puede traer a colación la famosa frase de PROTAGORAS : “HOMBRE, MEDIDA DEL UNIVERSO”.
Mientras que sólo se trataban de medidas aproximadas, el ser humano empleó el CODO ; como la longitud del antebrazo desde el codo hasta la punta de los dedos, siendo el antebrazo el jeroglífico egipcio con el que se representaba ésta medida. EL PALMO, desde la punta del dedo meñique hasta la punta del dedo pulgar cuando la mano está totalmente extendida, siendo aproximadamente igual al codo. LA LONGITUD DEL PIE, una medida sumamente cómoda que era equivalente a unos dos tercios de un codo. Los hombres además emplearon Su propia estatura como aproximadamente igual a la distancia desde las puntas de los dedos de una mano hasta las puntas de los dedos de la otra mano cuando los brazos están totalmente extendidos horizontalmente ; esta equivalía a cuatro codos o a una BRAZA definida como la longitud de los dos brazos extendidos de un vikingo, existe un Relieve Griego que data del año 460-450 a.C. en donde una figura humana representa la braza, y está acompañada de un pie. ( Ver Figura 1 ) .
Es de destacar, que desde el punto de vista del intelecto humano es loable la transición de las imágenes concretas personales desde el punto de vista de cada individuo mi braza, mi pie, tu braza, tu pie, etc., a “el dedo”, “la braza” etc. como un concepto general. Suele suceder sin embargo, por ejemplo, que “el dedo” como un concepto abstracto, - medida antropométrica - sea definido por elementos no antropométricos. Por ejemplo, La Definición Musulmana Medieval de “el dedo”, lo considera como la longitud de seis Granos de Avena yuxtapuestos, mientras que cada uno de los granos tiene un ancho equivalente a seis pelos de una cola de mula. Lo escrito arriba, se verá mejor cuando se analice el siguiente periodo metrológico que sucedió al periodo antropométrico.
Todo lo anterior conlleva a pensar que el sistema antropométrico de medidas era muy cómodo. Las medidas eran comprendidas universalmente. Todas las personas podían portarlas siempre a cualquier parte y las pequeñas diferencias individuales - debido a la diversidad en longitudes de pies, palmos, codos, etc. - no revestían mayor importancia ; no se necesitaba mayor grado de exactitud y las diferencias se podían arreglar con algunas concesiones beneficiosas para las partes. Otra peculiaridad de las medidas antropométricas se puede encontrar en el carácter significativo de las mismas como consecuencia del uso de diferentes medidas para objetos diversos. El Historiador K. Moszy‟nski en su libro : Cultura Folclórica De Los Eslavos, tomo II, 1a. Parte, Cracovia 1934, p. 118, hablando de las medidas eslavas, dice : “Cada medida servía para cada cosa. El pie para distanciar las plantas de patatas, el paso para la longitud (pero en distancias cortas), el codo para los géneros, jamás para maderas, que se medían en varas.
El campesino pescador, al hablar de su red, dice que tiene 30 varas de largo por 20 codos de ancho”.
El SEGUNDO PERIODO EVOLUTIVO DE LA METROLOGÍA busca sus unidades de medición en Personajes importantes, condiciones, objetos y resultados de la labor humana. En muchos casos, el desarrollo de sistemas metrológicos estuvo regido por las condiciones de vida y de trabajo como sucedió con las medidas agrarias. La razón era que las medidas antropométricas variaban de un individuo a otro dando como comienzo a discrepancias entre individuos hasta tal punto que ese pie, esa palma, ese dedo, debían corresponder al Jefe de la Tribu, al Príncipe o al Rey o algunos objetos que se establecían como patrones o referencias. ( Ver Figura 2 ).
Casos de lo anteriormente expuesto se encuentran en la sociedad egipcia con el Cubit Real Egipcio, (ver más adelante) y la Yarda (Definida la distancia entre la Nariz y el Pulgar con el brazo extendido del Rey Enrique I).
Mediante unos ejemplos, se puede ilustrar lo anteriormente escrito :
Los nómadas del Sahara donde la exacta apreciación de la distancia entre un pozo de agua y el siguiente tiene una importancia de vida o muerte, poseen una terminología muy rica en cuanto a las medidas de longitud.
Allí el camino se mide en Tiros de Bastón, Tiros de Arco, Alcance de la Voz, Alcance la Vista desde la Grupa de un Camello, por la marcha desde el amanecer hasta el ocaso, desde la primera hora de la mañana, media mañana, medio día, por la marcha de un hombre cargado y uno sin carga, por la marcha de un asno o un buey cargado, por la marcha en terreno fácil o difícil, etc. Estas unidades tienen una existencia de por lo menos mil años.
Es maravillosos el mundo de las medidas utilizando referencias ajenas al propio cuerpo y de ahí que se explique su extraordinaria diversidad sino, por ejemplo, veamos más de ellas :
Las antiguas recetas etíopes dan como medida de la Sal : la cantidad necesaria para cocinar una gallina. Universalmente se encuentra la distancia correspondiente al recorrido de una flecha como medida de distancias. Más insólita esta forma de medir distancias utilizada en recorrido de un hacha lanzada hacia atrás por un hombre sentado. En Eslovaquia se utiliza para medir distancias el tiro de piedra, mientras que en Letonia se utilizaba en pleno siglo XIX el tiro de piedra y el tiro de arco como también el relincho del caballo o el mugido del toro -(“a dos mugidos de toro del camino”) comprobado esto último por una expedición realizada en tal región en el año 1947.
Otras formas de medición que utilizan referencias extracorporales se pueden encontrar en la alta edad media en Europa en donde se utilizan dos clases de medidas para las superficies agrarias como son : El tiempo de trabajo (como por ejemplo la unidad que los franceses denominan arpent y los naturales de Borgoña, champaña y otras provincias Journau y que está definida como la superficie que dos bueyes o caballos pueden arar en un día) y por la cantidad de granos sembrados ( durante la siembra en forma manual la cantidad de pasos equivalen a la cantidad de puñados lanzados, utilizada en la antigua Polonia).
Continuando con la historia de la metrología, se ha reconocido como la unidad patrón de longitud que tiene más antigüedad el Cubit Real Egipcio que era igual a la longitud del brazo con la mano extendida del Faraón que reinara en el momento. Se sabe que 3000 años a. C. esta medida fue reemplazada por unidades normalizadas divididas en partes iguales y construidas en granito negro que sirvieron como patrón.
El pueblo Egipcio se caracterizó por ser una sociedad avanzada en lo Científico y Comercial y es así que dentro del terreno de las mediciones, legaron a la humanidad maneras de determinar el peso de objetos o sustancias utilizando para ello sofisticadas balanzas cargadas de significado místico y religioso, como de práctico y que eran complementadas por pesas en forma de animales domésticos y pájaros como se muestra en sus pictogramas.
También emplearon la balanza los Romanos quienes la desarrollaron con una variante, en la que el objeto que se quiere pesar no es equilibrado variando el peso en el otro extremo de un brazo de longitud fija, como la egipcia, sino moviendo un peso fijo a lo largo del brazo , en forma tal , que graduando apropiadamente éste, se puede leer directamente el peso del objeto o sustancia. Dicha balanza se denominó Romana y data aproximadamente del año 79 después de Cristo.
La balanza de paso posteriormente, en la época medieval al surgimiento de medidas de volumen cuyo destino era la determinación de cantidades tanto de áridos (especialmente granos) como de líquidos. Dichas medidas se efectuaban por medio de un patrón que consistía en un recipiente que tenía forma de tonel y que era fabricado en cobre o por medio de un recipiente cilíndrico excavado en madera. Estos se extendieron con el nombre de KORZEC o Boisseau. Este sencillo artefacto, sin embargo, no era de fácil manufactura y se prestaba a su alterabilidad por lo que tuvo que ser reglamentado en las diversas regiones de la Europa del Medioevo.
Tratando de resumir hasta aquí el hombre estableció medidas que primeramente estuvieron relacionadas con la longitud, peso y tiempo, para posteriormente agregar el volumen y ángulo fruto de la necesidad de erigir las construcciones (Pirámides, Palacios, Vías de comunicación, Canales de riego, etc.). Para todas estas necesidades de medir, llegó a establecer unidades y patrones. En el caso del tiempo, el hombre primitivo sólo se interesó por la actividad diaria que comenzaba al amanecer y acababa con el crepúsculo. Más bien, era importante para él la sucesión de las estaciones en relación con la maduración de los frutos y granos y las migraciones estacionales de buena parte de la vida animal, y en cuanto se establecieron asentamientos permanentes, el ciclo de las estaciones determinó las épocas para las diversas operaciones del periodo agrícola.
Del anterior modo, los egipcios primitivos reconocían tres estaciones - la de la crecida del Nilo, la de la siembra y la de la cosecha - que duraban cada una cuatro meses lunares, y contaban cada año desde el momento en que el orto helíaco de Sirio, la estrella más brillante, advertía la inminencia de la inundación anual.
Sin embargo, el mes lunar es de 20 ½ días aproximadamente, mientras que el año - el periodo de revolución de la tierra alrededor del sol - es de 365 ¼ días aproximadamente. Por lo tanto, un año de doce meses lunares queda desfasado de las estaciones aproximadamente once días al año. Esta discrepancia fue subsanada por los egipcios, introduciendo un mes extra cada tres años, o a veces cada dos años. Para evitar ésta diferencia se introdujo un calendario civil en algún momento a comienzos del tercer milenio A.C. basado en un año civil de 365 días, que los sabios en su tiempo , diseñaron y aplicaron.
Hacia el año 357 A. de C., se introdujo un calendario lunar revisado, basado en un ciclo de veinticinco años. Ya en el año 239 a. de C., los egipcios se dieron cuenta de que el adelanto en el calendario civil de un día cada cuatro años podría ser impedido introduciendo simplemente lo que ahora se llama un año bisiesto.
Los Babilonios, los Griegos y los Judíos se encontraron con las mismas dificultades sobre la conciliación del año solar con el lunar, y lo resolvieron de forma similar, introduciendo varios períodos intercalados que tendrían en conjunto hacer un año de 365 ¼ días. Nuestro moderno calendario a pesar de todo, tiene su principio en el calendario local de la ciudad de Roma, que aparentemente fue introducido por los reyes etruscos, igual que otros calendarios primitivos, difería de las estaciones y cuando la diferencia se hubo ampliado hasta ochenta días, Julio Cesar que buscó el consejo del astrónomo Sosígenes de Alejandría, decidió una reforma fundamental. El nuevo calendario nacido de esta reforma, estaba basado también en la representación del año solar de 365 ¼ días, con tres años de 365 días, seguidos por uno de 366.
El calendario Juliano se mantuvo en uso desde el año 45 a.C. hasta la famosa reforma Gregoriana en 1582 d.C., que surgió a causa de la incertidumbre del día adecuado para la celebración de la pascua de Resurrección. La fecha de está pascua que proviene de la pascua Judía, es determinada por la fecha de la primera luna llena después del paso del equinoccio vernal, que tenía lugar en 325 d. C., el 21 de marzo, según el calendario Juliano. Después de 1250 años, sin embargo, el equinoccio vernal se había retrasado unos diez días y en consecuencia la fecha correcta de la pascua de resurrección - de inmensa importancia en todo el mundo cristiano - era insegura. Esta otra variación surgió porque la suposición de que el año solar es de 365 ¼ días, no es del todo cierta ; la diferencia anual es de unos 11 minutos. La Bula Papal ordenó en 1582 que, en vez de haber un año bisiesto cada cuatro años, debería haber 97 años bisiestos en 400 años : para eliminar el error acumulado, el 5 de octubre de 1582 se convirtió en el 15 de octubre de ese mismo año. La mayor parte de los países continentales adoptaron rápidamente la reforma, pero pasaron muchos años hasta que Gran Bretaña y algunos otros países no católicos hicieron lo mismo. Gran Bretaña no realizó el cambio hasta 1752 ; Rusia no lo hizo hasta 1918 y Turquía en 1927.
El establecimiento de un calendario satisfactorio, es históricamente de primera importancia. Mientras la agricultura fue la principal actividad de las naciones civilizadas, el calendario confería la gran ventaja de posibilitar la planificación del trabajo estacional sin referencia a las fases de la luna, y su valor para el comerciante, el sacerdote, el cobrador de impuestos y el historiador,no necesita ser subrayado. A partir de éste momento empezaría la historia del Reloj como instrumento para medir el transcurso del tiempo que empezaría con el reloj de sombra del año 1450 A.C.aproximadamente, encontrado en Egipto.
Un TERCER PERIODO EVOLUTIVO DE LA METROLOGIA, lo constituye (sin ser muy estricto en ésto de los periodos que sólo se emplean aquí como un modo de ordenar ésta cronología), las tendencias unificadoras que, a lo largo de la historia , han sido influídas por dos grandes factores de peso: la comercialización y la voluntad de los estados por ingerencia de sus reyes ,originando como consecuencia, la tendencia a la mutabilidad y la inercia. ( Ver Figura 3).
Eduardo I de Inglaterra en 1239 ordenó por primera vez la confección de una barra de hierro para ser utilizada como patrón en todos sus dominios y estableció que 1 pie = 1/3 yarda definida como la distancia entre la nariz y el pulgar con el brazo extendido del rey Enrique V.
Una nueva yarda de Bronce fue fabricada por John Bird en 1760. Se utilizan dos puntos finos con tapas de oro colocadas dentro de 2 agujeros de la barra de bronce. Se legalizó en 1824 con el nombre de Imperial Standard Yard.
En el siglo XVII en Francia se inventó la TOESA equivalente a 1 m. 904 mm de longitud. Según B.A. Rybakov, tras analizar textos relativos a la medición Antropológica por una parte, y efectuar mediciones antropométricas de varios hombres de 170 cm. de altura, demostró la existencia de diversos métodos para establecer cada una de las medidas antropométricas de longitud que para el caso de la TOESA sería equivalente a la longitud entre las puntas de ambos dedos de en medio con los brazos abiertos, o entre ambas muñecas, o desde la punta del dedo de en medio del brazo levantado hasta el suelo ; todo dependía de región geográfica. Esta toesa se materializó en una barra de hierro que se fijó en uno de los muros del palacio de Chatelet.
La antigüedad nos ha legado leyendas sobre las leyes unificadoras : una , la de de FILIPO de Macedonia , y otra , la de Alejandro Magno, sobre la medida capitolina de acuerdo con la reforma Unificadora de Justiniano. A partir del ocaso de la antigüedad, se conocen en Europa tres grandes fases de actividad unificadora en la esfera metrológica : La Carolingia, La Renacentista (absolutismo) y la de la ilustración (Absolutismo Ilustrado). El mayor impulso unificador se producirá en los principios del Capitalismo, bajo la forma de la Revolucionaria Reforma Métrica de la Francia Republicana en 1799. Desde aquel día el sistema métrico partió a la conquista del mundo.
El 14 de septiembre de 1918 fue adoptado en la URSS por un decreto del consejo de los comisarios del pueblo. En 1958 comenzó a aplicarse en Japón. Actualmente, dentro de los países más importantes, únicamente los Anglosajones no lo utilizan, pero han logrado dentro de sus fronteras una homogeneidad metrológica avanzada.
En Inglaterra, que constituía en la Edad Media un reino relativamente bien administrado, las reformas metrológicas medievales tal vez fueron más eficaces, sin excluir la posibilidad de que su eficiencia fuese resultado de un compromiso : la monarquía ordena la unificación pero respeta las medidas señoriales.
En los estados de la Orden Teutónica, eficazmente administrados, la reforma unificadora es promovida por Ulrich von Jungingen. Se trata de una reforma parcial, ya que unifica sólo las unidades de superficie agraria para lograr la unificación de los tributos de los vasallos.
Otakar Premysl intenta aplicar una reforma unificadora en 1268 en Checoslovaquia.
En España Medieval se conocen por lo menos cinco grandes tentativas de unificación : la de Alfonso X en 1261, Alfonso XI en 1348, Juan II en 1345, Fernando e Isabel en 1448 y finalmente, la de Felipe II en el año 1568 con una eficacia mayor, aunque también limitada.
La segunda fase unificadora La Renacentista se dio en España con Felipe II ; en Francia bajo Francisco I. Paralelamente en Rusia, intentos análogos fueron realizados por Ivan el Terrible (una Fe, un peso, una medida).
Finalmente la tercera fase unificadora, la de la Ilustración, llega en el siglo XVIII con la neta supremacía de Europa Central y Oriental Austria, Rusia y Prusia. El despotismo ilustrado de esos países desarrollando y organizando su inmensa administración y burocracia, se encontraba a cada paso con las dificultades provocadas por la diversidad de las medidas utilizadas en las diferentes regiones del país.
Esta tendencia del poder estatal corre pareja con los resultados de los razonamientos de los científicos. Los progresos de la matemática en el siglo anterior y de las ciencias naturales en el siglo XVII condujeron a muchos eruditos a considerar la posibilidad de una medida estable, inmutable y precisa.
La reforma, en éste sentido, más antigua en 1705, fue emprendida por Austria con grandes problemas pues los señores Feudales se encargaron de sabotearla.
Al fin se puede llegar a Francia, esto es en la época de la Revolución Francesa año 1789. El monopolio señorial de las pesas y las medidas se derrumbó conjuntamente con el feudalismo y según un informe sobre ésta cuestión presentado por el Obispo de Autun, Tayllerand se conoce su proposición de rechazar la idea de aplicar las medidas parisienses en toda Francia y propone fijar un nuevo prototipo que este “tomado de la naturaleza”, y, en consecuencia sea aceptable por todas las naciones. Además propone que los trabajos de presentación se lleven a cabo desde un principio por la Asamblea Nacional y la Academia francesa conjuntamente con la afamada Royal Society y el Parlamento Inglés.
El 8 de mayo de 1790 éstas bases fueron aprobadas por la Asamblea Nacional, que encargó la ejecución de la reforma a la Academia de Ciencias, ordenando simultáneamente que en dicha Academia se reunieran todas las medidas utilizadas en las provincias. Aparentemente, se creyó que era una tarea fácil y se previó que a los seis meses del envío de los nuevos patrones a los diferentes municipios, se procedería a la abolición de las medidas viejas y a su sustitución por las nuevas.
Sin embargo, hasta el 26 de marzo de 1791 no aceptó la Asamblea Constituyente el principio de tomar como fundamento para el nuevo sistema de pesas y medidas, la longitud del meridiano medida sobre el segmento que une Dunkerque con Barcelona, propuesta por Condorcet a quien se le había encomendado la tarea de unificación y quien era secretario de la Academia de Ciencias.
A lo anterior, se debe complementar que la Revolución Francesa desencadenó en Francia una ola de quejas contra las Estafas Metrológicas. Aunque de tiempo atrás ya venían presentándose éstas anomalías, el derrumbamiento de las instituciones francesas propició la oportunidad para expresar las quejas por parte de los campesinos en contra de los señores, ante los tribunales de las asambleas revolucionarias.
Se recordará en la historia, que la colaboración francoinglesa resultó ser un fracaso rotundo, pero Condorcet seguía considerando como principal objetivo de la reforma su universalidad : según él no debía poseer ninguna de las características particulares, nacionales, específicamente francesas, a fin de que pudiera ser aceptable para todas las naciones. Por ésta razón debía basarse en la naturaleza, porque la naturaleza, en particular para los filósofos de la ilustración, era común para todos los pueblos y constituía el lazo que los unía entre sí.
Un CUARTO PERIODO EVOLUTIVO DE LA METROLOGÍA lo constituye la historia, de la unificación por excelencia que son : EL SISTEMA METRICO DECIMAL Y EL SISTEMA INTERNACIONAL DE UNIDADES (S.I.).
Un fenómeno sólo se conoce bien a partir del momento en que pueda expresársele por medio de números, es decir, medirlo.
Este principio enunciado ya por Platón y precisado por Kelvin a fines del siglo XIX domina toda la vida moderna. En nuestra época hay que traducirlo todo en cifras, es decir, hay que medirlo todo.
El Sistema Internacional de Unidades,(S.I.) viene a satisfacer ésta necesidad. Cómo fue está establecido ?
Mucho antes de ser internacional, éste problema fue sacado a relucir, como se anotó antes, por la Revolución Francesa en 1789. Los hombres de aquella época pensaron que el sistema por crear debería poder convertirse en internacional, idea que los llevó a dos conclusiones : La primera, que había que utilizar la numeración decimal, ya que ésta se empleaba en todos los países del continente europeo. La segunda, que las unidades a crear no deberían tener relación alguna con ningún país. Había pues que partir de fenómenos físicos universales que después de ser discutidos, fueron : El Meridiano Terrestre para la longitud y El Agua para la masa.
Para traducir en escala humana, se tomó la diezmilonésima parte del cuadrante del meridiano terrestre que pasa por París, que se llamó Metró (del griego : Metrón).
Distintos sabios, matemáticos, físicos, astrónomos, etc., se encargaron de las operaciones técnicas y materiales. Se solicitó la colaboración de otros países y algunos delegados extranjeros participaron en el trabajo, especialmente un Holandés, Van Swinder y un Suizo Tralles.
Las necesidades industriales eran muy reducidas, y bastaba con tener unidades de longitud, Superficie, Volumen y Masa (que entonces se llamaba paso). Tomando como base el Metro, las unidades de superficie y volumen fueron el cuadrado y el cubo, construidos sobre la unidad de longitud.
Para la masa, se tomó el Agua (cuerpo Universal) contenida en un cubo de 1/10 de metro de lado, que daba una unidad de valor adecuada : El Kilogramo.
Quedaba por solucionar una última cuestión importante, la de los múltiplos.
El principio de numeración decimal dio la respuesta : Todos deberían ser decimales y se crearon los Prefijos que añadidos al nombre de la unidad base, servían para designar 10, 100, 1000, la unidad, 0, 1/10, 1/100, 1/1000 de la unidad (deca, hecto, kilo, deci, centi, mili), aunque sin embargo, se crearon algunos nombres especiales para usos particulares e importantes : el Área, para medidas agrarias, por ejemplo.
No se decidieron ir más lejos decimalizando también las Unidades de Tiempo y Angulo, relacionadas con los fenómenos astronómicos.
Después de diez años de trabajos (1799), los patrones definitivos del metro y del Kilogramo sólo aparecieron en los Archivos Nacionales. El primero era un modelo de los llamados bordes, es decir que el metro era la distancia entre las dos caras terminales, bien planas y paralelas de una regla de sección rectangular.
El Kilogramo era un cilindro de una altura sensiblemente igual al diámetro. La exactitud del metro con relación a la definición teórica fue evaluada en 2 ó 3/100000 mientras que la del Kilogramo, no fue expresamente precisada. Con ésta oportunidad se inscribió una medalla que sobre uno de sus lados llevaba la audaz divisa de : Para todos los tiempos para todos los pueblos.
Las bases del sistema métrico decimal estaban sentadas y con un espíritu internacional. ¿Seguirá pues éste camino ?
Las exposiciones universales que se celebraron en París en 1851 y 1855 y sobre todo en 1857, llevaron la cuestión a un plano internacional.
Siguiendo una petición de la Academia de Ciencias de San Petersburgo (Leningrado), se propuso en 1869, la reunión de una comisión internacional del metro. Veinticuatro estados designaron delegados que se reunieron en París en agosto de 1870 y nombraron los miembros de un comité de investigaciones preparatorio que (debido a la guerra de 1870-71), sol se pudieron reunir en París en 1872.
Finalmente, 51 delegados en representación de 30 países entre los cuales se encontraba Inglaterra U.S.A. y ocho países de América Latina, se reunieron desde el 24 de septiembre hasta el 12 de octubre de 1872 constituyendo la Convención Internacional del Metro y celebraron once sesiones para adoptar 33 resoluciones que creaban las bases para un SISTEMA DE UNIDADES INTERNACIONALES. Se constituyó un comité permanente cuyo presidente fue el español IBAÑEZ y secretario un holandés, M. Bosscwa que llegó rápidamente a conclusiones técnicas y en 1875 sometió el conjunto de la cuestión a la Conferencia Diplomática llamada del metro. Esta llegó a crear la Organización Internacional tanto desde el punto de vista técnico como diplomático.
Después de discusiones difíciles, se crearon los siguientes organismos :
- Una Conferencia General de Pesas y Medidas, compuesta por los delegados plenipotenciarios y científicos de los estados que se reunirían cada seis años y que fuera encargada de tomar todas las decisiones de principio.
- Un comité Internacional de Pesas y Medidas, cuyos miembros los designa la Conferencia General y que se encarga de las decisiones de la conferencia general y que se reúne como mínimo cada dos años.
- Un Buró Internacional de Pesas y Medidas encargado de ejecutar todos los trabajos metodológicos decididos por la conferencia y el Comité.
A partir de éste momento (1875), el Sistema métrico de hecho y derecho se convirtió en internacional.
¿Cuál fue entonces su evolución ?
El Buró Internacional de Pesas y Medidas había sido encargado de elaborar nuevos patrones del metro y el kilogramo, asegurar su conversación y proporcionar a los estados, Patrones Nacionales, comparar las antiguas medidas nacionales con los patrones métricos internacionales y efectuar todos los trabajos de alta precisión.
En ésta época las necesidades en todos los campos : Científico, Industrial, Comercial e incluso Agrícola, etc., habían cambiado mucho con el desarrollo de todas las técnicas.
Los patrones anteriores se hicieron insuficientes y era necesario mejorar su precisión y su invariabilidad. Se decidió abandonar las definiciones teóricas anteriores y realizar en las condiciones de precisión e invariabilidad lo mejor posibles, nuevos patrones del metro y del kilogramo, idénticos al metro y el kilogramo de los archivos tomados en el estado en que se encontraban.
En lugar de un metro de “Bordes” se escogió un metro trazado sobre la Pared Axial (llamada fibra Neutra). De una regla de sección X, perfectamente rígida. La distancia es la comprendida entre los ejes de los trazos transversales tomados a micrómetro y limitados por dos trazos longitudinales separados 0.1 mm. que definen el eje de la regla.
Un lingote platino excepcionalmente grueso, fundido por la firma inglesa Johnson Mathais y Cía., sirvió para elaborar 40 cilindros de un Kg. Y 30 metros. Entre éstos se escogió como Prototipos internacionales el metro y el kilogramo respectivamente que fueron los más próximos a los patrones de archivo.
Su exactitud de definición puede ser estimada aproximadamente en 0.1 - 0.2 micras para la longitud y 0,01 mg para la masa, es decir 0.00000001 g. .
En ésta oportunidad se decidió definitivamente entre la unidad fundamental de fuerza o de masa : se adoptó la segunda.
En 1889 la primera Conferencia General de Pesas y Medidas sancionó esos resultados y distribuyó, sacándoles a suerte, los otros patrones entre los diferentes estados.
Para comparar las masas, se utilizaron Balanzas de Brazos iguales, construidas con la mayor precisión posible, manipuladas a distancia y colocadas en un recinto a temperaturas constantes, con un grado higrométrico conocido etc.
Para las longitudes de bordes se hicieron varios comparadores de contactos cada vez más perfeccionados y para los metros de trazos, comparadores microscópicos provistos de micrómetros que aseguran la décima de micra.
También comenzó a utilizarse el método interferencial que permite percibir con seguridad la centésima de micra y que 70 años más tarde debía llevar a una nueva definición del metro. Durante éste periodo las atribuciones del Buró internacional se extendieron a las magnitudes de otra naturaleza y al estudio de los fenómenos que influyen sobre las mediciones, para mejorar la precisión de los patrones y los métodos operativos.
Se puede citar en particular :
- la Intensidad Normal de la aceleración de la gravedad definida en 9.80665 metros por segundo al cuadrado;
- la Temperatura acordada para adopción de la escala internacional;
- la dilatación de sólidos y líquidos utilizada en las mediciones fundamentales;
- estudio de Aleaciones de dilatación débil, útiles en Metrología;
- la determinación del volumen del Kg de agua fijada en 1000,028 decímetros cúbicos, lo que confirma la excelencia de las operaciones en 1792; las mediciones Geodésicas útiles para la Cartografía Nacional e Internacional;
- los fenómenos interferenciales;
- los patrones Eléctricos (1927);
- los patrones fotométricos (1933);
- el comité consultivo de la Electricidad. 1927;
- el comité consultivo de Fotometría. 1933;
- el comité consultivo de Termometría. 1937;
- el comité consultivo para la definición del metro 1952;
- el comité consultivo para la definición del segundo 1956;
- el comité consultivo para los patrones de medir radiaciones ionizantes;
Reuniendo los trabajos de más de medio siglo sobre las interferencias luminosas, ha podido llegar a una nueva definición del metro, basada sobre un fenómeno físico perfectamente estable y reproducible, como deseaban los creadores del sistema métrico. Esta longitud es la Radiación Luminosa emitida en el vacío por una lámpara de Criptón de unas determinadas características.
Después de Octubre de 1960 el metro es la longitud igual a 1650763,73 longitudes de onda del criptón 86 y modernamente, es decir, en la actualidad, el metro se ha definido en términos de velocidad de la luz (C) y del tiempo empleado por ella para recorrer un metro. A ésta definición se le denomina PATRON LUMINOSO.
El instrumental necesario para ésta operación es extremadamente complejo ( para la definición de octubre de 1960), pero permite obtener una exactitud de 0.001 micras , es decir, 100 veces mayor que con el patrón de platino y el comparador de microscopio.
Sin embargo, la recomendación de la XI Conferencia General (1960), dijo : el Prototipo Internacional de 1889 serás conservado y de hecho todavía se utilizan los antiguos métodos de medición óptica.
El Segundo de Tiempo ya no va relacionado con el movimiento de rotación de la tierra que se creía regular pero cuyas irregularidades han podido constatarse. Este ha sido definido como una fracción de 12 cifras de denominador del año tropical de 1860 e incluso se orienta hacia la resonancia de un átomo de Cesio. Por el momento solamente el kilogramo se mantiene fuera de ésta evolución hacia patrones atómicos. El Buró internacional de Pesas y Medidas ha extendido su actividad a otras magnitudes : Temperatura, Electricidad y Luz.
Así pues en esos campos se utilizaron unidades variadas : Grado Centígrado, Fahrenheit, Reaumur, etc. la situación más confusa se daba en el campo de la Electricidad. A proposición de la British Asociation en 1873, el Congreso Internacional y su comisión del sistema de unidades, completan el sistema enumerando las Unidades Secundarias derivadas que parecían oportunas de acuerdo a toda clase de utilización a nivel científico e industrial o comercial.
Se efectuó una encuesta en los países firmantes de la convención del metro y fue así como en 1960 la XI Conferencia General adoptó una resolución (la No. 12) que tomaba de nuevo las seis unidades básicas, precisaba el nombre de SISTEMA INTERNACIONAL DE UNIDADES S.I. y enumeraba las unidades complementarias : Angulo Plano y Angulo Sólido y 27 unidades derivadas “sin perjuicio de otras unidades que pudieran añadirse en el futuro”.
Esas 27 unidades fueron seleccionadas por su importancia práctica y abarcan medidas geométricas, mecánicas, la presión, la viscosidad, la energía y el calor, la electricidad (10 unidades) y por último la luz.
El SI pone fin pues, a éste largo periodo de ambigüedad. Al precio de un esfuerzo de adaptación de todos, permite tener un lenguaje en todos los campos y en todos los niveles de la ciencia y de la técnica y el cuadro así creado podrá en el futuro recibir todos los complementos que parezcan útiles. El SI es el resultado actual de un trabajo largo comenzado en Francia pero continuado durante 90 años en un marco internacional para poner a disposición de todos los hombres un conjunto de unidades cómodas, necesarias en el desarrollo de la ciencia y de la técnica.
OBSERVACION : Para el año 1987 se cuenta con una unidad más que es la Cantidad de sustancia constituyendo un cuadro de siete unidades básicas.
Las siete unidades básicas del S.I. son : ( Ver Tabla 1 )
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