PARÁMETROS DE MEDIDA DE LA GESTIÓN DE LOS INVENTARIOS
- Los inventarios como un activo de la empresa. Desde el punto de vista contable los inventarios forman parte del Activo Circulante de la empresa. Un balance adecuado de una empresa debe presentar un cierto equilibrio entre el activo circulante y el exigible a corto plazo, de manera que la mayor parte del activo circulante esté financiado por el exigible a corto y la restante lo esté por el pasivo a largo plazo. La proporción entre qué parte del activo circulante se financie con exigible a largo y cuál lo sea con el exigible a corto depende del tipo de empresa y de su gestión, pero una buena medida sería que los stocks de seguridad sean la parte de los inventarios financiadas con el exigible a largo.
- Rotación de los inventarios. Es uno de los medidas más importantes y que mejor expresan la permanencia de los materiales en el almacén y en consecuencia la renovación de estos. Su valor no es necesariamente bueno o malo pues depende el tipo de negocio, aunque es muy deseable un valor elevado, pues ello es indicativo de una inversión media baja y por tanto un bajo coste financiero. La rotación del inventario viene dada por la relación:
Uno de los inconvenientes que presenta esta medida es el conocimiento del denominador de la fracción anterior. Como sabemos el nivel de un inventario es cambiante de manera permanente, por lo que solo tiene sentido hablar de inventario medio.
El seguimiento de la rotación de los inventarios ha de hacerse artículo por artículo y es necesario para saber de manera orientativa cómo es la gestión de estos.
La rotación expresa las veces que se renueva el inventario medio por periodo, generalmente un año.
La inversa de la rotación 1/R representa el tiempo medio de permanencia de un producto en el almacén. De manera que si la rotación es 4 veces/año, la permanencia del producto en almacén es de ¼ año, o un trimestre.
Por otra parte, si en la fórmula anterior efectuamos la sencilla operación matemática de multiplicar y dividir por el mismo valor (en nuestro caso Coste de venta) tendremos la siguiente expresión.
La primera fracción se conoce como: “Porcentaje de Margen Comercial” y la segunda fracción es la “Rotación”.
Luego:
No todos los artículos almacenados presentan una problemática igual para la empresa. Se trata de establecer qué partes del inventario deben ser consideradas antes que otra.
La división ABC establece tres zonas o partes, en función de ciertos porcentajes basados en el número de artículos y otros datos como: inversión total, demanda anual, plazos de entrega, etc.
Idealmente, para el caso de que consideremos la inversión total y el numero de artículos como bases para determinar estas zonas, el cálculo de esta división es el siguiente:
El 80% de la inversión del inventario corresponde a el 20% de los artículos. El 95% de la inversión corresponde al 50%. El 100% de la inversión corresponde al 100% de los artículos.
La representación gráfica de estos porcentajes, que no tienen por que ser exactamente los indicados, corresponde a una curva, denominada de Pareto, que permite conocer de una manera rápida cada una de estas tres zonas.
Los elementos que pertenecen a la clase A serán, lógicamente, los que requieran más atención.
Los de la zona B tendrán una importancia secundaria frente a los de la A, aunque requieran un cierto control, que puede ser realizado mediante ordenadores.
Los elementos pertenecientes a la zona C son los más numerosos aunque representen el menor volumen monetario. Estos artículos no requieren un control excesivo y en ciertos casos basta con mantener un stock lo suficientemente grande para que no existan problemas de rupturas.
Cada clasificación tiene una manera peculiar de gestión que posteriormente se expondrá.
En algunos casos esta clasificación no es suficiente y hay que distinguir no sólo por el importe monetario de su demanda anual, si no por otros parámetros como pueden ser su repercusión en la demanda en caso de carencia en el stock.
Bajo este punto de vista los elementos almacenados pueden clasificarse en:
- Críticos: aquellos que no pueden faltar en el stock.
- Alta prioridad: Son esenciales, pero se puede permitir cierta ruptura en stock.
- Media prioridad. Necesarios, pero ocasionalmente pueden faltar.
- Baja prioridad. Deseables, pero se permite su falta en los almacenes.
Comentarios
Publicar un comentario