TIPOS DE APROVISIONAMIENTOS


TIPOS DE APROVISIONAMIENTOS


La clasificación de aprovisionamientos se puede hacer de múltiples maneras, por ejemplo, posibilidad de almacenar o no los productos, si son sustituibles por otros, si se pueden fabricar, disponibilidad, por el volumen de pedido o por su importe, compras continuas o rutinarias, etc. Veamos algunas otras. 
  • Por su impacto sobre el beneficio y el riesgo de suministro. 
    • Básicos. Aquellos cuyo impacto sobre el beneficio es alto, pero su riesgo de suministro es bajo. Su disponibilidad debe ser alta. 
    • Estratégicos. Su impacto sobre el beneficio es alto y el riesgo de suministro es también elevado. Las relaciones con los proveedores son fundamentales, por lo que la selección de estos debe ser minuciosa. 
    • No críticos. Impacto sobre el beneficio bajo y riesgo de suministro también bajo. Su abastecimiento no presenta ningún problema. 
    • Cuellos de botella. Su impacto sobre el beneficio es bajo, aunque su riesgo de suministro es alto. 
  • Por el tipo de gestión de las existencias.
    • Por punto de reposición. Cuando los pedidos se cursan al cliente conforme a un cierto nivel de existencias que llamamos punto de pedido.
    • Por programación. Las entregas se acuerdan con el proveedor según una cadencia temporal. 
    • Pedido abierto. No se establecen condiciones previas, o de cantidad, o en momentos de entrega, incluso en tipos de material, ni costes, formas de pago, etc. 
    • Especulativos. Se cursan por que existen condiciones especiales que motivarán una ganancia futura de dinero, o un ahorro de costes. De los aprovisionamientos especulativos, merece la pena destacar los denominados “aprovisionamientos en mercados de futuro”, que después haremos mención con más detalle.
  • Por la cantidad de suministradores. 
    • Único. Compra de un producto o gama de productos a un solo proveedor. Existen inconvenientes claros de utilizar una sola fuente de suministro. 
      • Dependencia. 
      • Ausencia de competencia entre proveedores. Imposibilidad de compara las condiciones de entrega. 
      • Consecuencias graves por fallos en el suministro o en la calidad. A pesar de estos inconvenientes, presenta unas indudables ventajas que después comentaremos más detenidamente. 
    • Múltiples. Varios proveedores intervienen en el suministro. El inconveniente más destacable es la complejidad en la gestión, pero también puede haber problemas de calidad y además se reducen las economías de escala. Como ventaja tiene la de unos suministros más seguros e independencia y competencia entre los proveedores. 
    • Dual. Crea una situación intermedia mezcla de las anteriores. La ventaja que tiene es poder comparar entre dos proveedores y asegurar mejor los suministros sin tanta dependencia como en el caso primero.
  • Por el precio. 
    • Precio fijo en firme. Determina un único precio para todos las entregas. Es el método que mejor resulta para el comprador por la tendencia alcista de los costes de producción – suponemos que el entorno económico es siempre y permanentemente inflacionista – y que no requiere esfuerzo a la hora de la revisión. 
    • Precio fijo con revisión. El precio es modificable en función de una fórmula polinómica, que contempla los incrementos en los costes de producción de ciertos recursos usados por el proveedor. Los recursos cuyos datos económicos se toman para construir la fórmula no son todos, sino los que más influyan en el coste del producto. Como ejemplo tomemos la fórmula de revisión siguiente:

Las variables y parámetros de esta fórmula significan lo siguientes: Pt = Es el precio revisado t fechas posterior al momento de la firma. P0 = Es el precio en el momento de la firma del contrato. m0 y mt = son los costes de las materias primas en los momentos de la firma del contrato y a la revisión del contrato, respectivamente. S0 y St = son los costes de la mano de obra directa en los momentos de la firma del contrato y de la revisión, respectivamente. a, b y c = son parámetros de ponderación de los costes. Los valores de estos tres parámetros están expresados en porcentaje, por lo que a + b + c = 100%. Supongamos que los valores de los parámetros, expresados en tanto por uno son:

Esto significa que los costes de la materia prma suponen el 30% del coste total; los costes de la mano de obra ascienden al 50% del coste total y el resto de los costes ascienden al 20% del total. Supongamos que el precio de compra es P0 = 15000 pta. y que cuando se firmó el contrato los costes de la mano de obra eran de 2500 pta./hora y de materia prima, 1200 pta./Kg. El precio revisado un año después está en función de los costes de la mano de obra y de las materias primas en ese momento. Supongamos que estos costes son ahora 2800 pta./hora y 1300 pta./Kg. respectivamente. 
 
El precio será:
 
    • Precios fijos con renegociación. Es un sistema útil cuando no se tiene experiencia con proveedores o cuando se considera que el proveedor puede bajar costes. La renegociación entraña un descuento y este punto lo trataremos después. Existe un hecho que condiciona el coste el valor de la mano de obra directa que interviene en la producción de un artículo, denominado “Efecto experiencia”, a tener en cuenta por el comprador, para renegociar y reducir los precios de los aprovisionamientos adquiridos a un proveedor en grandes cantidades de productos, cuya fabricación requiere gran cantidad de horas de mano de obra directa. El efecto experiencia relaciona la habilidad de la mano de obra directa con los ahorros de tiempo de fabricación. De alguna manera los tiempos de fabricación decrecen exponencialmente a medida que el trabajo se repite, lo que supone que, al final, en un gran pedido se produce una reducción considerable del coste de la mano de obra. Lo cual debe ser aprovechado por el comprador para renegociar precios. Veamos un ejemplo de aplicación teniendo en cuenta este efecto. Antes de comenzar es necesario decir que la consideración del efecto experiencia en la mano de obra se expresa en porcentaje de reducción del número de horas, cada vez que se duplica el número de unidades realizadas; por ejemplo, un porcentaje de reducción del 80%, significaría que los costes unitarios -expresados en horas de trabajo- evolucionarían de la siguiente manera:

Veamos un ejemplo de aplicación: Hace tres meses compramos un lote de piezas de 10.000 unidades a 3000 ptas./unidad. Los costes de mano de obra directa fueron de 1500 ptas./pieza y conocemos que existe una fuerte reducción, estimada en el 80%, de mano de obra directa como consecuencia del efecto experiencia. Suponiendo que el proveedor mantenga su margen de beneficios y que los otros costes del producto no se vean alterados ¿cuánto se debería pagar por un lote de 30000 unidades más? Puesto que los costes de mano de obra directa son los únicos que se reducirán como consecuencia del efecto experiencia, veamos en cuanto se reducen: Las primeras 10.000 unidades han tenido un coste medio de 1500 ptas./unidad. Producir las siguientes 10.000 unidades supone duplicar la producción y en consecuencia reducir los costes al 80%, es decir a 1200 ptas./unidad. Producir 20.000 unidades más, hasta las 40.000, será cuadruplicar la producción primera y por tanto reducir los costes iniciales en el 64%, es decir a 960 ptas./unidad. Por tanto el precio medio de producir 30.000 unidades (10.000 + 20.000) será: 
 

(Puntualizamos que estos son cálculos aproximados. Un cálculo más exacto requeriría tener en cuenta el verdadero comportamiento de la curva de experiencia) El coste de la mano de obra se ha reducido en 420 ptas. (de 1500 a 1080 ptas./unidad), quiere decir que este debería de ser el descuento solicitado al proveedor. 
    • Precios fijos con incentivos. Es un método complicado cuando no se conoce con certeza el precio objetivo. Tiene utilidad para incentivar la eficiencia operativa del proveedor. Consiste en establecer un precio límite máximo, un precio objetivo y una fórmula de reparto en los ahorros de coste obtenidos. Por ejemplo: Supongamos que en un artículo se ha fijado un precio objetivo de adquisición de 10000 ptas./unidad. De este precio el coste y beneficio del producto obtenidos por el proveedor son respectivamente:


    • Precio del mercado. En productos tales como materias primas y otros fijados por mercados muy competitivos, las condiciones resultantes para el precio de compra serán las que en un momento determinen la ley de la oferta y la demanda. En estas situaciones, si somos conscientes que los precios bajarán en el futuro, conviene protegerse con compras en los denominados “Mercados de Futuros”, o bien negociar el pago diferido. En caso contrario habrá que cerrar la compra en las condiciones de ese momento. 
    • Precios a coste. Se utiliza cuando no es posible contratar a precio fijo en alguna de sus variantes. Tiene el inconveniente para el comprador de que ha de verificar las mediciones finales para cerciorarse del importe total. En la contratación de servicios puede ser un método, cuando no se está seguro de cuánto representará en total la cantidad del recurso contratado. Por ejemplo, la contratación de fuerza laboral para limpiar un local al precio de coste por hora, más un cierto porcentaje, como beneficio para el suministrador. Admite variantes, como la expuesta con anterioridad, que permiten establecer ciertos incentivos al suministrador por ahorro de costes.



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