CARACTERÍSTICAS, USOS, CLASIFICACIÓN, IMPACTOS Y FIN DEL CICLO DE VIDA DE LOS PLÁSTICOS
El plástico es un material ligero, higiénico y resistente que se puede moldear de distintas maneras y utilizar en una amplia gama de aplicaciones, y, a diferencia de los metales, no se oxidan ni se corroen, por tanto, la ONU en su informe “Plásticos de Un Solo Uso” describe que la mayoría de estos no se biodegradan, sino que se fotodegradan, lo que quiere decir que se descomponen muy lentamente en pequeños fragmentos que son conocidos como microplásticos y según Anbreen Anjum, et. al (2016) poseen cualidades muy versátiles de ligereza, robustez, durabilidad y resistencia a la degradación. Por tanto, el plástico es un tipo de compuesto de alto peso molecular que es polimerizado por monómeros, en donde la larga cadena de la molécula de carbono es una estructura muy firme y no es fácil de romper, por tal razón los plásticos convencionales a base de aceite son difíciles de descomponer. (Maocai Shen B. S., 2019)
Los plásticos se clasifican por su tamaño, los microplásticos (MP) se definen generalmente como fragmentos de plástico de menos de 5 mm en cualquier dimensión con un límite inferior indeterminado y, por otro lado, el término "nanoplásticos" comúnmente menor a 100 nm, sin embargo, varios estudios han mostrado ciertas discrepancias en el rango de tamaños de MP (Pico, 2019).
Dentro de los termoendurecibles podemos encontrar polietileno (PE), polietileno de baja densidad (PEBD), polietileno de alta densidad (PEAD), tereftalato de polietileno (PET), poliacrilatos (PA), y dentro de los termoestables, poliuretano (PUR), resinas fenólicas, resinas epoxi, silicona, viniléster, resinas acrílicas, Urea-formaldehído (ONU medio ambiente, 2018). Es importante identificar algunos de los recipientes desechables de un solo uso que se pueden elaborar a partir de cada tipo de polímero como se muestra en la figura 1.
Los plásticos desechables, son utilizados frecuentemente por la industria, para envases plásticos y en la mayoría de los casos, empleados una sola vez, para luego descartarlos o reciclarlos, así mismo se incluyen artículos como bolsas de supermercado, botellas, envases de alimentos, cubiertos, vasos; además de piezas de aparatos electrónicos e industriales, aislantes, hasta componentes en el sector de la construcción como tuberías, impermeabilizantes; y otros usos como la fabricación de herramientas y muebles.
Dentro de los envases, la mayoría son utilizados en alimentación, seguido del envasado de productos químicos para el hogar, recubrimientos de suelos y paredes, así como perfilería para ventanas y puertas. Se suma el sector de la automoción en el uso de plásticos para vehículos, ya que el 16% de su peso es plástico. El sector agrícola hace uso del plástico en sistemas de protección para cultivos, como invernaderos, y sistemas de riego (ONU medio ambiente, 2018).
Producción de plásticos.
Vale la pena tener en cuenta la producción de plásticos a nivel mundial, que según (ONU medio ambiente, 2018), el sector industrial de envases es el de mayor producción con 400 millones de toneladas a nivel mundial hasta el año 2018, seguido del sector de la construcción con 177,8 millones de toneladas y continua el sector textil con un total de 155,5 millones de toneladas, como se observa en la figura 2. Además, según el portal “The World Counts”, en el mundo se vienen consumiendo 5 trillones de bolsas plásticas al año y cada segundo 160.000 bolsas son usadas, por tanto, en promedio cada persona utiliza 700 bolsas al año y menos del 1% son recicladas (ONU medio ambiente, 2018).
En relación con lo anteriormente expuesto sobre la producción de plásticos a nivel mundial, es importante señalar la disposición final que se le da a estos desechos, ya que al final de su ciclo de vida, los productos o envases son reciclados, incinerados, enterrados en vertederos, vertidos en lugares no regulados, o son desechados en el medio ambiente. Según cálculos recientes, el 79% de los residuos plásticos que se han producido hasta ahora yace actualmente en vertederos, basureros o en el medio ambiente, mientras que aproximadamente el 12% ha sido incinerado y sólo el 9% ha sido reciclado (ONU medio ambiente, 2018).
Sin duda alguna, desde un punto de vista ambiental, los procesos de disposición final del plástico como la recuperación energética, donde los desechos son incinerados para obtener energía aprovechando su alto poder calorífico, son preferibles a los vertederos a cielo abierto o las formas inadecuadas de eliminación (Pico, 2019). Esta recuperación de energía tiene la desventaja de ser costosa, por la inversión necesaria para establecer la infraestructura para el desarrollo del proceso (ONU medio ambiente, 2018). Lo anterior es desalentador para la reducción de residuos plásticos, por lo tanto, en la jerarquía de la gestión de residuos, se tiene como prioridad la prevención de generación de residuos, como se muestra en la figura 4.
Impactos del uso de plásticos.
Antes de hablar de los impactos, es importante mencionar el término “contaminación blanca”, que hace referencia a la cantidad de desechos plásticos en el medio ambiente en todo el mundo, relacionado al problema de contaminación ambiental y del paisaje ecológico, causada por el uso de productos plásticos como bolsas de embalaje, película de mantillo agrícola, vajillas desechables, botellas de plástico, etc., hechas de poliestireno (PE), polipropileno (PP), cloruro de polivinilo (PVC), y otros compuestos de alto peso molecular, que se descartan como desechos sólidos. (Maocai Shen B. S., 2019)
No obstante, por las características de resistencia al ambiente, temperatura, humedad, e incluso agentes químicos, los plásticos generan considerables impactos en los ecosistemas (ONU medio ambiente, 2018). Por tanto, para empezar, uno de ellos, es la contaminación del suelo y las fuentes hídricas por los plásticos que allí son acumulados, debido a que pueden ser fácilmente transportados por las corrientes de aire o de agua que finalmente terminan en la tierra, en el mar, o fuentes de agua dulce (Mehdi, 2016). Siendo más precisos, los afluentes de las actividades urbanas, agrícolas y recreativas, las precipitaciones y los efluentes de las plantas de tratamiento de aguas residuales (PTARs), se encuentran entre los mayores generadores de plástico y microplástico para el medio ambiente por la eliminación indiscriminada de botellas o de embalajes, donde ocurren procesos de sedimentación, fragmentación e ingestión, que combinados con la abrasión física y las poblaciones microbianas y la exposición del plástico a la radiación solar ultravioleta, dan lugar a la fotodegradación, rotura y fragmentación de los plásticos, que al ser más pequeños, son más susceptibles a ser transportados por factores naturales (Shen, Zeng, Zhang, 2019). Autores como Maocai Shen (2019), afirman que alrededor de 8 millones de toneladas de desechos desembocaron en los océanos presentando peligros para las especies terrestres y marinas, sea por la ingesta, o, provocando la muerte por la asfixia.
En la figura 5. se observan los procesos físicos, químicos y biológicos de los microplásticos en el medio acuático, donde los organismos pueden ingerir estas partículas, las cuales se acumulan en los tejidos de los organismos y pasan de uno a otro a través de la cadena alimenticia, es por esto que estas partículas de microplástico, tienen el potencial de bioacumulación, debido a que pueden ser más fácilmente ingeridos (Pico, 2019).
Por tanto, los polímeros plásticos son un riesgo para la salud humana, especialmente cuando se mezclan con aditivos que puedan producir dioxinas y furanos, que además cuando los recipientes son precalentados pueden traspasar toxinas a los alimentos y bebidas (Soundarajan, Ramya, Raja, 2019).
La contaminación visual es un impacto también generado a causa de la mala disposición de desechos, especialmente plásticos, afectando en gran medida los paisajes naturales y artificiales, y a la vez, generando desagrado, además de ambientes poco seguros, y a esto se suma el riesgo de propagación de enfermedades transmitidas por vectores, como el paludismo, dengue, entre otras, debido a que los desechos de plásticos pueden obstruir alcantarillas y crear ambientes aptos para mosquitos y plagas. (ONU medio ambiente, 2018)
Impactos económicos
Los plásticos de un solo uso abandonados crean contaminación visual y se están convirtiendo cada vez más en una prioridad especialmente en los países que dependen fuertemente del turismo, como fuente importante de su Producto Interno Bruto (ONU medio ambiente, 2018). Además, los productos de espuma de poliestireno presentan dinámicas de recolección desafiantes, haciendo su reciclaje, aunque técnicamente realizable, a menudo inviable financieramente (Soundarajan, Ramya, Raja, 2019). Por ejemplo, la espuma de poliestireno generalmente no se puede reciclar a nivel local, sino que tiene que ser transportada a una planta de reciclaje centralizada y, sumado a esto, el 95% de la espuma de poliestireno es aire, lo cual hace que no sea rentable almacenarlo o transportarlo para reciclarlo (ONU medio ambiente, 2018). Por otro lado, debido a la porosidad de los productos de plástico espumado, limpiar estos implica una labor difícil y consumidora de energía, ya que a menudo están sucios con alimentos o bebidas, lo cual aumenta sus costos de reciclaje (ONU medio ambiente, 2018).
Finalmente, se estima que los costos a futuro para la eliminar todos los plásticos de un solo uso que se están acumulando en el medio ambiente son más elevados que los costos para prevenir los desechos de basura hoy en día. Tan sólo en Europa, los costos estimados para limpiar las costas y playas alcanzan los €630 millones de euros al año, y la ONU sugieren que los daños económicos anuales que los plásticos causan al ecosistema marino son de al menos $13 mil millones de dólares a nivel mundial (ONU medio ambiente, 2018).
Instrumentos de política pública
Se han implementado las intervenciones de políticas a niveles nacionales y subnacionales para reducir las bolsas de plástico de un solo uso y los productos de espuma de poliestireno. Los gobiernos han establecido diversas herramientas de políticas que van desde las prohibiciones hasta instrumentos económicos tales como impuestos, como la regulación del grosor de las bolsas de plástico permitidas. (ONU medio ambiente, 2018).
Cabe resaltar que las empresas en Colombia no son ajenas a desconocer este aspecto ambiental y algunas se comprometen a aplicar las norma ISO 14001 como política privada, con su objetivo principal de: “Especificar los requisitos para un sistema de gestión ambiental, destinados a permitir que una organización desarrolle e implemente una política y unos objetivos que tengan en cuenta unos requisitos legales y otros requisitos que la organización suscriba, y la información relativa a los aspectos ambientales significativos. Se aplica a aquellos aspectos ambientales que la organización puede tener influencia. No establece por si misma criterios de desempeño ambiental específicos” (ISO 14001). Así mismo, La norma ambiental es aplicable a cualquier empresa sin importar el tamaño, el tipo y la naturaleza, además se aplican los aspectos ambientales a sus actividades, productos y servicios, ya que la organización determina que puede controlar o influir considerando la perspectiva del ciclo de vida (ISO 14001).
Hay que hacer notar también que, en Colombia en su Constitución Nacional, contempla algunos artículos para la protección del medio ambiente, en los que se encuentran:
Artículo 79. Todas las personas tienen derecho a gozar de un ambiente sano. La ley garantizará la participación de la comunidad en las decisiones que puedan afectarlo. Es deber del estado proteger la diversidad e integridad del ambiente, conservar las áreas de especial importancia ecológica y fomentar la educación para el logro de estos fines.
Artículo 80. El estado planificara el manejo y aprovechamiento de los recursos naturales, para garantizar su desarrollo sostenible, su conservación, restauración o sustitución. Además, deberá prevenir y controlar los factores de deterioro ambiental imponer las sanciones legales y exigir la reparación de los daños causados.
Por lo anterior y en armonía con la Constitución Política, y en busca de reducir los plásticos de un solo uso en el país, se crea un proyecto de ley en el año 2019 “Por medio de la cual se establecen medidas tendientes a la reducción de la producción y el consumo, de los plásticos de un solo uso en el territorio nacional, se regula un régimen de transición para reemplazar progresivamente por alternativas reutilizables, biodegradables u otras cuya degradación no genere contaminación, se crean mecanismos de financiación se dictan otras disposiciones", . cuyo objeto es establecer medidas tendientes a la reducción de la producción, el consumo y disposición final de los plásticos de un solo uso en el territorio nacional; regular un régimen de transición para reemplazarlos progresivamente por alternativas reutilizables, biodegradables u otras cuya degradación no genere contaminación; y crear mecanismos de financiación, lo anterior con el fin de resguardar los derechos fundamentales a la vida, salud y el goce de un ambiente sano. Proyecto de ley (2019, julio 31). Recuperado de http://leyes.senado.gov.co/
Desde lo local, en el municipio de Urrao se creó el Acuerdo Municipal N° 010, “Por medio del cual se prohíbe la utilización del poliestireno expandido (icopor), papeles parafinados, pitillos, vasos y de plástico de un solo uso, en actividades de comercialización de alimentos, preparados y se dictan otras disposiciones en el municipio de Urrao”, el cual debe ser cumplido estrictamente en el mes de noviembre del año 2020.
REFERENCIAS
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