CAUSA DE LAS PRECIPITACIONES  EN LA ZONA DE ESTUDIO

Para estudiar de manera correcta los efectos adversos, específicamente de precipitación, que hayan ejercido sobre la zona estudiada, hay que conocer el origen de estos fenómenos. Es por ello, que es importante tener la noción sobre la concepción y comportamiento de este proceso meteorológico para así diseñar responsablemente ante siguientes fenómenos. La zona de estudio tiene una lluvia promedio anual de 47.5 mm; sin embargo, hay años especialmente húmedos, como aquellos cuando se presenta el Fenómeno El Niño. El significado del fenómeno El Niño ha ido modificándose a lo largo de los años. Inicialmente se daba ese nombre a la fase cálida de El Niño Oscilación Sur (ENOS), pero en los últimos años se ha presentado lo que se ha llamado El Niño costero. A continuación, se explican ambos conceptos.

Fenómeno El Niño 

También denominado ENSO (El Niño Southern Oscillation), es el incremento de temperatura superficial del agua del mar (TSM) que genera un cambio en el sistema océanoatmosférico en el Océano Pacífico Ecuatorial. En la región sudamericana, Ecuador y Perú son los más afectados ante las grandes precipitaciones que surgen ante este fenómeno. Al principio, era considerado como un fenómeno local. Ahora, se sabe y reconoce como el principal modulador de la variabilidad climática interanual en todo el planeta tierra (SENAMHI, 2014). 

El Fenómeno El Niño comprende los cambios en la TSM, así como la presión atmosférica en el Pacífico, desde Australia (Darwin) hasta Tahití (Pacífico tropical central – oriental). En este último tiempo, el estudio de este fenómeno se ha dividido en zonas o regiones a lo largo de la franja ecuatorial del Océano Pacífico (Figura 16). Se tiene una mayor vigilancia en las regiones Niño 3 y Niño 3.4, de manera que se logre comprender la formación de este fenómeno (SENAMHI, 2014).

Los dos eventos más intensos y recientes son el de 1983 y el de 1998. Desde diciembre de 1982 hasta junio de 1983 se presentaron lluvias torrenciales que produjeron un exponencial aumento del volumen de agua de los principales ríos de la costa norte y de otros puntos del país, causando grandes inundaciones tras la reactivación y formación de numerosas quebradas y cauces. Fueron afectados dieciséis (16) departamentos del país. Se presentaron varianzas climáticas, como lluvias intensas en el norte y sequía severa en el sur y centro del Perú. Entre noviembre de 1997 y junio de 1998 sucedió uno de los más trágicos fenómenos naturales de la historia peruana. Llovió torrencialmente todos los días a lo largo de la Costa, Sierra y Selva. Fueron afectados veintitrés (23) departamentos, siendo uno de los más gravemente dañados Piura, que vivió escenas de inundaciones, pérdidas de campos de cultivo y hasta la caída del puente Francisco Bolognesi (Rocha, 2007).

El Niño Costero 

Esta variante de Fenómeno El Niño se presenta con el incremento de temperatura superficial en la zona Niño 1+2, correspondiente Índice Costero El Niño (ICEN), en 0.4ºC. Además, para que se acepte esta variante, se debe cumplir que este aumento de temperatura se mantenga por tres (3) meses consecutivos (SENAMHI, 1988). 

En enero de 2017 las aguas de la costa peruana se calentaron velozmente. Episodios de lluvia constante, inundaciones y deslizamientos de tierra afectaron a muchas regiones costeras, desde Ica hasta Tumbes. Ríos y quebradas que suelen estar secos se inundaron rápidamente. Inundaciones que afectaron a casi 1.5 millones de personas, dañando cientos de miles de hogares. Asimismo, la infraestructura vial también estuvo comprometida, dejando incomunicados a cientos de comunidades y pueblos (SENAMHI, 2017). 

Al periodo de diciembre del 2016 a mayo del 2017 se calificó formalmente como “ El Niño Costero” con condiciones frías neutras en el Pacífico Central. Este evento presentó características océano-atmosféricos particulares; sin embargo, es comparable con El Niño de 1925 – 1926. Por sus impactos, asociados a las lluvias e inundaciones, “El Niño Costero 2017” se puede considerar como el tercer Fenómeno El Niño más intenso de los últimos cien años en el Perú (SENAMHI, 2017).